EFE.- El departamento ha confirmado así las informaciones dadas por las organizaciones agrarias, que avanzaron la existencia de estos dos nuevos casos de contaminación.

Desde el Departamento recuerdan en este sentido que en la comunidad vecina, Aragón, hay 140 puntos de infección, por lo que es fácil que puedan ir apareciendo más casos de contaminación, especialmente en la actual época de floración, en la que la dispersión de la bacteria es más fácil.

La Generalitat de Cataluña, pese a la detección de estos cinco focos en menos de un mes, apuesta por la erradicación para mantener libre su territorio de esta enfermedad de los árboles frutales de semilla que provoca la muerte en un corto periodo de tiempo, se propaga con facilidad y para la que no tratamiento químico curativo.

El departamento recuerda, en este sentido, que para evitar la introducción y la propagación del fuego bacteriano, es básica la detección precoz de los focos y el arranque y la quema inmediata de las plantas afectadas.

Por ello, recuerda a todos los agricultores, especialmente a los de la zona frutícola de Lleida, la necesidad de vigilar intensivamente sus plantaciones para detectar posibles focos iniciales.

Cataluña cuenta con unas 23.000 hectáreas que plantaciones de pera, manzana y membrillo, muy susceptibles al fuego bacteriano.

Cataluña tuvo foco de fuego bacteriano los años 1998 y 1999 en Corbins y Torre-serona; posteriormente en la Cerdaña (tocando en Francia), y en 2007 en la zona frutícola de Girona. Todos estos focos fueron totalmente erradicados, por lo que Cataluña mantiene la situación de Zona Protegida del Fuego Bacteriano.

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