EFE.- Según ha informado en un comunicado la Policía Nacional, en esta operación ha sido liberadas cinco personas y otras ocho escaparon de sus captores y recorrieron un trayecto de seis horas y media a pie hasta Sevilla, donde denunciaron los hechos en una comisaría.

Las víctimas vivían hacinadas y confinadas en un alojamiento sin luz ni agua corriente, no percibían ninguna remuneración y, además, contraían deudas con la organización por el alojamiento, la comida, el agua o incluso el combustible de los vehículos que les transportaban al lugar de trabajo.

En Rumanía efectuaban las labores de captación mediante la oferta de un puesto de trabajo digno y remunerado en España y los interesados eran trasladados en autobús hasta Sevilla, donde les esperaban los miembros de la organización.

Su destino final era la localidad de Cantillana, donde eran alojados en la azotea de una de las viviendas de la familia y posteriormente eran hacinados en una infravivienda sin los servicios básicos mínimos como luz, agua corriente o saneamientos.

La organización controlaba totalmente el día a día de las víctimas, que desconocen totalmente el castellano y se encontraban en una localización también desconocida para ellos.

Además, sufrían episodios de violencia psíquica con constantes amenazas de muerte, insultos y comportamientos vejatorios y humillante bajo condiciones laborales y humanas de semiesclavitud.

De hecho uno, de los trabajadores recibió una fuerte paliza por parte de sus captores que le acarreó graves lesiones por fractura del hueso cubital y traumatismo cráneo-encefálico.

A pesar de los controles a los que eran sometidos, ocho varones consiguieron escapar y se dirigieron a pie Sevilla, donde acudieron a la comisaría del distrito sur para denunciar los hechos.

Paralelamente, los investigadores de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Sevilla localizaron la infravivienda, el domicilio de los miembros de la organización y un segundo alojamiento con otras cinco víctimas (cuatro hombres y una mujer) confinadas en su interior.

A los arrestados se les acusa de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, detención ilegal, coacciones, amenazas y lesiones.

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