Si en algo han coincidido todos los balances de las organizaciones agrarias en este 2016 a punto de finalizar es que ha habido una buena producción marcada por los bajos precios agrícolas, que en muchos casos no han servido ni para cubrir los gastos.

Pero ese es el balance de los agricultores y ganaderos, porque el de los políticos es otro bien distinto. La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Carmen Ortiz, indicaba este miércoles 28 que es «necesario que se intensifique la vigilancia en el campo» debido a que «cada día es más atractivo el robo de productos hortícolas porque tienen precios altos».

Dado que lo dijo el día 28 se podría pensar que era una inocentada, pero por desgracia no lo es. Los políticos siguen viviendo bastante al margen de la realidad del campo y se quedan con las grandes cifras y olvidan las pequeñas. Y, desafortunadamente, estas pequeñas cifras, sobre todo pequeñas, son las que marcan el devenir del sector que ve cómo este año los precios agrícolas en origen amargaban sus buenas cosechas, cuando no lo hacía la climatología.

El día que los políticos salgan realmente de la calle, o en este caso del campo, y conozcan la realidad del día a día de los españoles, quizás en ese momento la política no estaría tan denostada porque las decisiones que se tomarían serían más reales a los problemas que lo que lo son ahora.

×