El CITA quiere establecer criterios para determinar qué mercados son los más interesantes, sintetizar las pautas a seguir para penetrar en dichos mercados, satisfaciendo las demandas de los consumidores y las exigencias de la distribución.

    Se pretende, asimismo, encontrar los elementos diferenciadores de los vinos de las denominaciones zaragozanas para tener una buena base competitiva y diseñar las estrategias más adecuadas para que los consumidores conozcan los vinos y los distribuidores accedan a tenerlos en sus canales.

    La labor informativa será parte también del trabajo para que llegue a todos los niveles de la cadena, desde los productores de uvas hasta los transformadores y comercializadores.

    Luis Miguel Albisu, jefe de la Unidad de Economía Agroalimentaria y de los Recursos Naturales del CITA, lidera el equipo de investigadores que trabajan en el proyecto.

Un alto grado de transformación enológica


    En la nota se agrega que las denominaciones de origen del vino de Zaragoza han conseguido un alto grado de transformación enológica, con aplicación de modernas tecnologías, para llegar a vinos que son juzgados por el consumidor e identificados con determinadas zonas geográficas y calidades específicas, muchas veces vinculadas a variedades autóctonas.

    Las denominaciones de Zaragoza ocupan más de la mitad de sus hectáreas al cultivo de la garnacha y exportan más del 70 por ciento de su producción, que en el caso de Calatayud alcanza el 90%.

    Además, las tres cuentan con superficies plantadas de viñas viejas muy valoradas por la calidad en la uva.

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