EFE.- Dos cadenas de supermercados nipones anunciaron hoy que vendieron carne de vacas procedentes de la provincia de Fukushima, donde se sitúa la maltrecha central nuclear, que fueron alimentadas con pienso contaminado con cesio radiactivo.

La empresa Ito Yokado admitió haber vendido 41,7 kilogramos de esta carne en dos establecimientos de Chiba (al este de Tokio), mientras que la operadora Aeon dijo haber distribuido 12,6 kilos del producto a clientes de sus supermercados en Nagoya y Hyogo (centro de Japón), informó la agencia Kyodo.

Autoridades niponas y empresarios rastrean partidas procedentes de más de 100 vacas, después de que el fin de semana se detectaran otros 84 ejemplares de cinco granjas de Fukushima alimentados con pienso contaminado.

Los propietarios de estas fincas admitieron no estar al tanto de la orden emitida por el Gobierno el 19 de marzo de no utilizar pienso almacenado en el exterior, ante el riego de resultar contaminado por las emisiones de la central de Fukushima, seriamente dañada por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo.

Según cálculos de la agencia Kyodo, son ya 143 los animales expuestos o que se sospecha que han sido expuestos al cesio radiactivo, después de que el pasado 10 de julio se detectaran por primera vez niveles de este isótopo radiactivo por encima de los permitidos en la carne de seis vacas procedente de Fukushima.

La carne de los 143 ejemplares ha sido distribuida en al menos 37 de las 47 provincias japonesas, según Kyodo.

El gobierno de Fukushima continúa realizando pruebas al forraje y a las vacas en todas las fincas de la provincia, y ha pedido a sus ganaderos que dejen de distribuir carne por el momento.

Además, se espera que el Gobierno central prohíba a partir de mañana cualquier envío de vacuno de Fukushima y es posible que amplíe la suspensión a otras provincias, según dijo este fin de semana el viceministro de Sanidad, Kohei Otsuka.

El pienso de una de las granjas en las que se detectaron pastos contaminados este pasado fin de semana procedía de Koriyama, 60 kilómetros al oeste de la central, y contenía 500.000 becquereles de cesio por kilogramo, 278 veces más que lo permitido por el Gobierno nipón.

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