EFE.- Entre estas CCAA, la organización ecologista menciona el Principado de Asturias, donde "se discute sobre nuevas repoblaciones" con árboles no autóctonos.



Con motivo del inicio de la época de máximo riesgo de incendios, recuerda que la gestión forestal de los montes debe avanzar hacia la sustitución de masas repobladas de pinos y eucaliptos por especies autóctonas para evitar el rápido avance del fuego.



Esta advertencia es "especialmente relevante a la vista de los planes en algunas provincias y CCAA y del aumento de incendios en el primer semestre de 2014", añade en una nota de prensa.



"Bajo ningún concepto se deberían autorizar nuevas plantaciones de estas especies" y, por contra, se debe favorecer la conversión de los monocultivos forestales de pino y eucalipto en bosques mixtos, para favorecer el aumento de la biodiversidad en dichos cultivos, reducir los incendios y eliminar uno de los principales motivos de pérdida de biodiversidad en los montes.



En los primeros seis meses del año los fuegos registrados fueron 4.930, casi el doble de los registrados en el mismo periodo de 2013 (2.783), mientras que la superficie forestal afectada fue de 24.336 hectáreas, frente a las 9.152 hectáreas de 2013.



El replanteamiento de la gestión forestal sigue siendo "una tarea pendiente".



La superficie arbolada más afectada por los incendios forestales en la década 2001-2010 ha sido el pino resinero (pinus pinaster), con un 26,97 %, de eucalipto común (Eucalyptus globulus), con un 13,89%, y de pino carrasco (pinus halepensis), con un 11 %.



En cambio, la encina (Quercus Ilex), cuyas formaciones ocupan una mayor superficie, registra un porcentaje de superficie quemada de esta especie mucho menor, del 7,59 %.



Buena parte de los grandes incendios (mayores de 500 hectáreas) se producen sobre zonas de pinar repoblado y eucaliptos, mientras que rara vez se producen grandes incendios en bosques maduros autóctonos.



Esto se debe a que las quercíneas resisten mejor el avance del fuego, ayudan a extinguirlo, y, a la vez, se regeneran mejor del fuego.



Los pinares, en cambio, alimentan el fuego con la resina de los árboles y, además no rebrotan, salvo en el caso del pino canario. Lo mismo ocurre con otras especies alóctonas, como los eucaliptos, que tienen una alta propensión a arder.



En Galicia, donde más de un tercio de la superficie está ocupada por repoblaciones de pinos y eucaliptos, la alta frecuencia de incendios está relacionada, en parte, con la sustitución que se ha realizado de la vegetación autóctona, concluye.

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