A esta merma hay que añadir, según la consejera, que ha habido una reducción en la cofinanciación de medidas de los fondos que llegan de la Unión Europea para el desarrollo rural, pues frente a las actuales aportaciones (50 % estatal y 50 % autonómica) la contribución del Gobierno central se limitará al 30 %.

    "Hoy el campo andaluz es más pobre y hemos sentido un sentimiento justiciero a costa de Andalucía, algo que es inaceptable, se mire por donde se mire", ha añadido, además de resaltar que una mayoría de las autonomías están gobernadas por el PP. "Nos vamos con la sensación de que nos han maltratado y el campo andaluz es más pobre hoy", según Víboras.

    En cuanto al capítulo del acuerdo sobre la parte de las ayudas que quedarán "acopladas" o ligadas a la producción, para sectores más sensibles, la consejera ha criticado que no se hayan escuchado las peticiones de Andalucía y se hayan "abandonado" y no incluido en esa categoría sectores como la uva pasa, el trigo duro o el olivar cultivado en pendiente "de alto valor ambiental". También ha criticado la "discriminación entre los sectores ovino y caprino".

    En cuanto a la parte del compromiso sobre la definición de agricultor activo, Andalucía pedía que se calificara como tal al que, dentro del montante de sus ayudas, por lo menos un 10 % equivalgan a sus ingresos agrarios, frente al 20% aprobado en la Conferencia Sectorial de Agricultura. Ha recordado, no obstante, que los agricultores que perciban ayudas inferiores a los 1.250 euros quedarán excluidos de cualquier recorte.

    Según el acuerdo, no se considerarán agricultores activos aquellos cuyas ayudas directas de la PAC sean superiores en un 80 % a sus ingresos agrarios; es decir si un productor percibe 100.000 euros, la facturación por su actividad agraria tendrá que alcanzar al menos 20.000 euros.

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