En primer lugar, la Unión de Campesinos ha manifestado que estos datos constatan que el aumento de la población de lobos, especialmente al sur del río Duero como consecuencia de la normativa europea que impide considerarla como especie cinegética, lleva aparejado "un incremento de la conflictividad con la ganadería, que a fecha de hoy continúa sin estar resuelto".    

     Para UCCL, el acercamiento del lobo a zonas habitadas "es consecuencia de su incremento poblacional y ha dado lugar a que los ataques a la ganadería se hayan intensificado", con lo que los ganaderos se encuentran en una posición de "indefensión".

     "No sólo no hay resarcimiento patrimonial sino que de momento no se están tomando las medidas oportunas para eliminar la conflictividad generada", ha zanjado esta opa.

Nadie soluciona el problema de la incompatibilidad de ganadería y lobos


     Por su parte, la Alianza por la Unidad del Campo ha denunciado que los datos evidencian que tenían razón cuando hablaban de "expansión incontrolada" del lobo, aunque ha alertado de que la estimación realizada por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente "se queda muy corta respecto al número de ejemplares reales que hay en Castilla y León".

     Para esta organización, el problema de convivencia entre el lobo y la ganadería, "lejos de solucionarse se incrementará más y más si el Gobierno regional no asume de una vez por todas el compromiso de controlar la especie, indemnizar los daños que provocan a las explotaciones ganaderas y tomar medidas para que los lobos no hagan suyas determinadas zonas al ser incompatible su existencia con la ganadería extensiva".

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