EFE.- Cajamar ha advertido ayer que se vio obligada a acudir a la vía judicial ante la negativa de la Junta de Heredamiento de Molina de Segura a pagar tres préstamos por importe de 6,3 millones de euros concedidos en 2005, 2007 y 2009 para financiar las obras de su plan de modernización de regadíos del que se benefician más de 3.700 comuneros.

La extremadamente delicada situación que atraviesa la comunidad de regantes es «producto de infinidad de irregularidades económicas y tras la campaña orquestada de acoso y derribo iniciada por diversas instituciones públicas y privadas que está poniendo en juego el patrimonio de un colectivo de 3.700 agricultores y compromete el futuro de la agricultura en los municipios de Archena, Lorquí y Molina de Segura», según Juan Alcaide, presidente del Sindicato de Riegos del Heredamiento Regante de Molina de Segura.

Alcaide lamenta que la central de la caja en Almería haya impedido el pasado viernes el acuerdo al que habían alcanzado con la filial murciana y que consistiría en que los regantes pagarían las obras efectuadas, pero no así las que no llegaron a realizarse.

Recordó que la caja concedió un crédito finalista a unas obras que no se están hechas y que tendría que haber comprobado que a medida que se iban haciendo se estaban realizando, pero la sorpresa de los regantes fue que estando reflejadas en el contrato, no estaban acabadas.

La situación actual lleva a ambas partes a resolver sus diferencias en los juzgados.

Además los regantes aseguran que el dinero que la entidad cree que fue aprobado en junta directiva no existe en ningún punto del orden del día que se hayan aprobado esos créditos ni ningún acta en la que se aprueben las novaciones con consentimiento de la asamblea.

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