"La causa que motiva el cierre de la fábrica de Altadis de Cádiz es la apertura de un centro de producción en Polonia que va a realizar las mismas funciones que se realizan en Cádiz", advierte Antonio Perianes, secretario general de la Federación Agroalimentaria de CCOO en Andalucía.

    Para Perianes, el cierre de la fábrica, que afectará a sus actuales 76 trabajadores, es "el punto final de un proceso de desmantelamiento" iniciado hace veinte años con la privatización de la empresa, en un momento en el que esta fábrica tenía más de mil trabajadores.

    "Este proceso, iniciado hace años y que se consuma ahora, hace desaparecer más de 300 años de la historia de la ciudad de Cádiz y su relación con el tabaco y su actividad, siendo esta fábrica de Altadis junto con la ya cerrada de Sevilla, las más antiguas de Europa", ha añadido.

Desmantelamiento sistemático del tejido de la Bahía


    CCOO-A apunta también que este cierre se une a "un proceso de desmantelamiento sistemático" del tejido industrial de la Bahía de Cádiz, que se instaló en la zona cuando fue declarada Zona de Urgente Reindustrialización (ZUR) y las empresas podían aplicarse beneficios si se trasladaban al área.

    El sindicato pide por ello al Gobierno andaluz "que presione y ponga freno a esta sangría que se está produciendo con cierres de grandes empresas por deslocalizaciones de los centros de trabajo a otros países", al tiempo que denuncia la "ineficacia de las reformas laborales" puestas en marcha desde el inicio de la crisis para "ser competitivos con terceros países a base de abaratar los costes laborales".

    También los partidos políticos han lamentado el cierre de la planta de la multinacional Imperial Tobacco Altadis.

    El presidente del Partido Popular de Cádiz, Antonio Sanz, ha mostrado su preocupación "por este nuevo varapalo para el empleo y la pérdida de tejido industrial en la provincia, que viene a sumarse a la anterior reestructuración de la factoría tabaquera gaditana, el conflicto de Delphi, que aún no se ha solucionado, y el cierre de Visteon".

    Sanz ha exigido al Gobierno bipartito PSOE-IU "una mayor implicación para frenar el desmantelamiento industrial" de Cádiz y ha elogiado al mismo tiempo "el esfuerzo del Gobierno de la Nación" por atraer nuevas inversiones y la captación de proyectos empresariales para la zona.

    Para el parlamentario andaluz de IU por Cádiz Ignacio García, el cierre demuestra que "las privatizaciones de compañías estatales para nada garantizan el futuro de estas empresas, sino más bien al contrario, sirven para facilitar los despidos y el cierre".

    El cierre de la planta de Cádiz acaba con una tradición de más de trescientos años, cuando la fábrica de tabacos se asentó en la ciudad, que con ella se convirtió en una ciudad pionera industrialmente.

También la convirtió en una pionera en la introducción en el marcado laboral de las mujeres, cuya paciencia, concentración y habilidad para liar cigarros benefició su entrada en este oficio.

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