El análisis de la estructura de dicha toxina y de su diana en las células de las plantas (el receptor del jasmonato) ha permitido que en el laboratorio de Solano en el CNB Isabel Monte haya identificado los residuos de la toxina esenciales para su funcionamiento. A partir de estos datos, han podido diseñar una serie de modificaciones que permiten atenuar las respuestas de las plantas al jasmonato.

      Así, su nuevo compuesto previene en diferentes especies de plantas los efectos de la toxina durante las infecciones bacterianas, señalando de este modo el potencial biotecnológico del COR-MO a la hora de controlar las infecciones en los cultivos de una forma más segura.

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