Incluso, coo recuerda la propia ASAJA Córdoba, no ha bastado que en España la campaña de girasol haya sido mala debido a la sequía que se ha extendido por la mayoría de las zonas productoras, fundamentalmente Castilla La Mancha, ni tampoco ha servido de nada que Andalucía ya disminuyera en casi 35.000 hectáreas su superficie de siembra. Los precios siguen bajando.

       En estos márgenes de precios, con unos costes cercanos a los 400 euros por hectárea sembrada, la mayor parte de las explotaciones quedan en situación de pérdidas, ya que aunque la producción en el caso de Córdoba no será mala por el tiempo suave en el granado final, las medias oscilarán entre los 1.100-1.300 kg por hectárea.

Puede haber una drástica reducción de superficie con la llegada de la PAC

     Con estas perspectivas y la entrada en vigor de la nueva PAC en la campaña próxima, la organización agraria advierte que puede verse reducida de forma drástica la superficie sembrada de este cultivo en las zonas tradicionales de producción, lo que haría un gran daño a la industria extractora que todavía funciona a nivel nacional y con gran implantación en Andalucía.

     Desde ASAJA Córdoba se recuerda a esta industria que si no mejora el nivel de precios el cultivo desaparecerá y con él todas sus inversiones y sus perspectivas de negocio.

       Respecto a los agricultores, ASAJAa Córdoba reitera su recomendación de no entregar la producción "sin precio, sino mantenerla en sus propios almacenes, almacenistas privados o SATs o cooperativas, de forma que se pueda regular de alguna forma la venta a las extractoras, siempre por encima de los costes de producción".

      De la misma forma, dentro de un contexto en que el consumo se ha elevado en un 9% el último año (según fuentes del Magrama), la patronal cordobesa incide en que la distancia entre los productores y los extractores "no debe ampliarse, pese a que cada vez son menos las industrias dedicadas al sector y el temor de posibles acuerdos planea sobre los precios de liquidación".

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