Por otro lado, la obtención de nuevas variedades autocompatibles y de floración tardía permite abrir nuevas expectativas a los productores y se da así solución a uno de los problemas más importantes que encontraban los productores de variedades tradicionales de floración temprana de zonas frías del interior.

    La falta de adaptación de estas variedades acababan año tras año con las cosechas. Durante su intervención, el especialista del Instituto de investigación de la Generalitat de Catalunña Xabier Miarnau ha destacado que España cuenta con las condiciones y herramientas necesarias para la implantación de este cultivo.

    Por esto, "sólo es necesario hacer un buen diseño de las nuevas explotaciones, teniendo en cuenta el tipo de recogida que se vaya a llevar cabo, con vibrador de paraguas o en el suelo, y determinar así la densidad de arboleda que se pondrá".

    Otra de las recomendaciones realizadas es la correcta selección de variedades que sean lo menos susceptibles posible a las enfermedades y patógenos, además de contar con un buen plan fitosanitario preventivo, para aquellas zonas en las que el clima es más lluvioso y húmedo.

    Por su parte, el coordinador de la Asociación Española de Descascaradores de Almendra en Aguadulce (Almería) y técnico de la empresa Campos Brothers de California (EEUU), durante varios años, José Luis Balazá, ha expuesto la experiencia en el cultivo del almendro en este estado.

Aumento de la producción pero con demasiadas irregularidades


    En él la producción ha aumentado considerablemente en los últimos años, al igual que los precios, "haciendo grandes inversiones en producción y en publicidad, abriendo nuevos mercados incluso donde nunca antes se había consumido almendra y, sobre todo, difundiendo los beneficios del producto para la salud".

    Por otro lado, Balazá ha señalado que el principal problema con el que cuentan las producciones españolas para abrir mercado es la irregularidad en la producción, "por lo que es necesario comenzar por asegurar un desarrollo estable".

    Además, añade como claves del éxito americano el reemplazamiento del riego por inundación por micro-aspersión y goteo, así como el incremento en la densidad de la plantación hasta contar con 110 árboles por hectárea.

    Todo esto, unido a la reducción de la poda del árbol, con tendencia a la no poda, un uso eficiente del agua y los fertilizantes y un incremento en la captura de luz solar, son determinantes para la correcta evolución de la explotación.

(Foto: Archivo grupsat.blogspot.com)

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