EFE.- Así lo ha asegurado a los periodistas el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, durante su visita en Valencia a la sede social de la Acequia Real del Júcar y la exposición que conmemora los 750 años de vida de esta institución, un aniversario que, según ha dicho, demuestra que aquí «se sabe gestionar el agua».

Ramos ha recordado que la planificación hidrológica tenía que estar acaba el 31 de diciembre de 2009, pero en esa fecha solo estaba hecho uno de los 25 tramos de que había que tener elaborados, por lo que la aprobación de los planes pendientes ha sido un «enorme esfuerzo» de coordinación y colaboración con autonomías y usuarios.

Según ha destacado, la aprobación de estos planes «nos pone al día con nuestras obligaciones con la Unión Europea», ya que existía riesgo de sanciones o de que se retuvieron fondos europeos para obras hidráulicas.

Ramos ha señalado que el déficit hídrico es «una realidad» pero estos planes son «un instrumento para la gestión del agua» ya que sin una planificación hidrológica «difícilmente vamos a resolver los problemas de qué infraestructuras son necesarias cuando las demandas son mayores que el uso».

A partir de estos planes, ha indicado, «tenemos una radiografía del río, de sus usos y necesidades», y ha agregado que se impulsará un programa de medidas hasta el año 2027 para seguir mejorando tanto la calidad de las aguas como su depuración o las infraestructuras que necesita el río.

También se intentará mejorar la gestión de las distintas demandas de agua, con la prioridad que marca la Ley de Aguas, que establece prioridad para el abastecimiento en poblaciones, regadíos, suelos industriales o usos vinculados al ocio y el turismo.

«Son muchos los usos sobre un recurso escaso. Lo importante era tener un plan, ordenar esta situación, y mañana lo vamos a tener aprobado en Consejo de Ministros», ha afirmado.

Aunque ha bromeado diciendo que «sacar el santo a la calle» es un «recurso clásico» contra la sequía, ha indicado que primero hay que tener un instrumento y una norma y, a partir de ahí, aplicar las distintas medidas para seguir mejorando la realidad o la necesidad de agua.

«Se puede avanzar aún en depuración de aguas, en reutilización, hay que incorporar al sistema los nuevos jugadores que son las desaladoras, y hay que seguir avanzando en ver cómo optimizar la gestión del agua», ha señalado.

Según Ramos, «si la Virgen y los santos hacen milagros, bienvenidos, pero la realidad de una responsabilidad de gobierno es que tienes que ser realista y gestionar lo que tienes».

Respecto a la modernización del regadío, ha destacado que es algo que el Gobierno considera prioritario y, pese a la restricción presupuestaria, impulsará una «gran obra» en la que invertirá unos 50 millones de euros y que se prevé que esté ejecutada en dos o tres años.

Preguntado por los daños que la sequía ha causado en los cultivos valencianos, ha indicado que desde el Gobierno se trabaja «en un paquete de medidas para paliar los efectos que sobre los agricultores tiene esta situación», como el adelanto de indemnizaciones o bajar las cotizaciones a la Seguridad Social.

No obstante, ha indicado que ahora «estamos en plena campaña», por lo que deberán pasar unos meses para hacer una evaluación de los daños.

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