EFE.- Nueve de ellos están aprobados por real decreto (los dos aprobados hoy más el del Guadiana y el del Guadalquivir, los del Miño-Sil, Galicia-Costa, Tinto-Odiel-Piedras, Guadalete-Barbate y Cuencas Mediterráneas Andaluzas), y uno más, el del Duero, está en su última fase de tramitación.

Así, afirma el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, se avanza en la planificación hidrológica, impulsando la coordinación de todos los intereses territoriales y garantizando el cumplimiento de la Directiva Marco del Agua para poder aprobar en 2013 los planes de cuenca de las demarcaciones competencia del Estado (intercomunitarias)".

El plan hidrológico es el elemento básico de gestión de una demarcación hidrográfica, y tiene como objetivos lograr el buen estado de las aguas y la adecuada protección del dominio público hidráulico.

Los planes aprobados en la reunión del Consejo de Ministros, que dan prioridad a la reducción de la contaminación y a la mejora de la atención de las demandas, marcan los objetivos ambientales y los regímenes ecológicos así como las prioridades y la compatibilidad de usos y la asignación y reserva de recursos.

También regulan el uso del dominio público hidráulico, su protección y la calidad de las aguas, además de las estructuras organizativas de gestión, la recuperación de los costes y el fomento de la transparencia y la concienciación ciudadana.

Entre otras medidas, el plan del Cantábrico oriental define un régimen de caudales ecológicos que contribuirán a mejorar el estado de las 138 masas de agua superficiales que define el plan: 117 de la categoría río, 3 de la categoría lago, 14 masas en aguas de transición y 4 costeras y, de las 28 masas de agua subterránea.

Establece, además un programa de medidas a ejecutar hasta 2015 por importe de 1.169 millones de euros, de ésta cantidad a finales de 2012 ya se habían ejecutado 350 millones.

Cerca del 50 % del presupuesto se destinará a minimizar la contaminación localizada y casi un 40% a mejorar la atención a las demandas; el resto de la inversión prevista contempla una serie de medidas destinadas a la restauración hidromorfológica, a la mejora de la utilización de las aguas subterráneas, a la lucha contra la contaminación difusa y a la protección de las zonas protegidas.

Al igual que en el caso anterior, el plan del Cantábrico occidental define un régimen de caudales ecológicos que contribuirán a mejorar el estado de las 293 masas de agua superficiales que define el plan: 250 de la categoría río, 7 de la categoría lago, 21 masas en aguas de transición y 15 costeras así como de las 20 masas de agua subterránea.

Contempla, también, un programa de medidas a ejecutar hasta 2015 por valor de 1.460 millones de euros, de los que a finales de 2012 ya se habían ejecutado 575 millones.

Cerca del 55 por 100 del presupuesto se destinará a minimizar la contaminación localizada y casi un 40% a mejorar la atención a las demandas.

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