El objetivo, según ha explicado Miranda, es que, dada la complejidad de la materia, el marco de negociación entre el Gobierno y las comunidades autónomas esté establecido este mismo año, para que el primer semestre de 2014 estén preparados los textos legales y se pueda presentar la primera solicitud de aplicación de la PAC en España a principios de 2015.

    La Unión Europea (UE) pactó a finales de junio la reforma de la PAC y de sus ayudas, con cambios suavizados y más flexibles para España, sobre la que el Gobierno y las comunidades autónomas deben discutir ahora qué toca exactamente a cada productor.

    Miranda ha insistido en que el acuerdo de Luxemburgo de reforma de la PAC abre unos elementos de "flexibilidad" que no se contemplaban en la propuesta inicial de la Comisión Europea y que ahora se pueden adaptar sus contenidos a las realidades de las comunidades autónomas.

    Ha destacado la importancia de lograr un acuerdo porque el actual es un "momento estratégico" que marcará el futuro del sector hasta el año 2020, después de que el Gobierno haya conseguido "una buena reforma partiendo de una mala propuesta" inicial.

    El presidente del FEGA ha señalado que la reforma "garantiza la estabilidad financiera al sector en los próximos años y que, en materia legal, no pone en riesgo su viabilidad futura.

    Ha valorado la postura mantenida por el Gobierno en la negociación de la reforma de la PAC que ha logrado "defender el modelo de agricultura" en el Estado, frente a una propuesta inicial que se basaba en los modelos del centro y norte de Europa.

    En cuanto a aspectos concretos, el presidente del FEGA ha recordado que España ha conseguido que se mantenga el régimen de control de oferta en el sector vitivinícola, pero sin que tenga un carácter "patrimonial y especulativo".

    También se ha logrado que la promoción del vino se pueda hacer dentro de la UE, no sólo fuera de la Unión, siempre para el fomento del origen de la producción y no de las marcas.

    Por contra, Miranda ha reconocido que en la negociación España no ha conseguido que se prolongara el sistema de cuotas en el sector lácteo, ya que sólo ha contado con el apoyo de dos países de la UE.

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