Desde el Gobierno, y en especial el Ministerio de Agricultura, no se esconde que la postura de vende de Dcoop no sólo les ha cogido por sorpresas, sino con indignación y enfado, al no entender por qué la cooperativa ha optado por esa salida sin contar antes con ellos.

     Aunque el propio director general de la cooperativa, Antonio Luque, señalaba en una entrevista que no había recibido ninguna llamada  de la SEPI para negociar esa posible venta de sus acciones, o parte de las mismas, desde el Magrama se destaca que podría haber habido algún gesto por parte de Dcoop para informar previamente de esta decisión. Prueba del enfado del Magrama es que se ha señalado que "si las cooperativas agrarias no creen que sea importante formar un núcleo accionarial español en Deoleo, que es estratégico para el aceite de oliva español, el Gobierno sí lo cree. La Sepi debe tomar una participación significativa", aseguraron.

Cada vez le quedan menos opciones al Gobierno

      Sin embargo, como ha sucedido hasta ahora, una cosa son las intenciones y otras las realidades. De hecho, según señala ABC, Arias Cañete podría haber pedido apoyo a su compañero de Hacienda, Cristóbal Montoro, que está dispuesto a que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) entre en el capital de Deoleo como socio minoritario al final del proceso tras una eventual ampliación de capital de la empresa, según fuentes gubernamentales.

    El problema, sin embargo, radica en que si CVC compra las acciones de Dcoop tendría por qué hacer una OPA por el cien por cien de las acciones, pero ya no la anunciada ampliación de capital, al obtener de forma inesperada el 30% del accionariado que buscaba, formula que se barajaba para entrar en el accionariado por parte del Ejecutivo de Rajoy

    De hecho, en una nota emitida por el propio fondo de inversión CVC Capital Partners se señala que "se garantiza la españolidad de Deoleo". Confirma que la sede continuará en España y no se venderá ningún activo, así como que no impondrá decisiones a los socios minoritarios: Unicaja, CaixaBank y Kutxabank.

    Una declaración de intenciones que puede tener un doble sentido, ya que, según algunas fuentes, la verdadera postura de fuerza del Gobierno es impedir a Bankia y BMN que vendan sus acciones. Estas dos cajas aseguran que lo han hecho porque les obliga la ley tras ser nacionalizadas, pero que no deben por qué vender ahora, sino que podría esperar un par de años que les queda de plazo para desprenderse de estas acciones..

Negocio redondo para Dcoop pero con mucho que perder

     Por otro lado,  la tercera parte en discordia, la cooperativa Dcoop, parece muy satisfecha con su  papel, aunque para los expertos no tienen tan claro que haya sido una buena jugada.

     Es cierto que con la venta va a hacer un gran negocio económico, al obtener 41 millones de euros por sus acciones, diez veces más de lo que pagó en su momento al entrar en Deoleo y que incluso, se ‘venga’ de sus futuros ex socios que le negaron la posibilidad de quedarse con las acciones de Bankia en beneficio de CVC.
 
     Incluso se reconoce que con este dinero, el grupo cooperativa podrá afrontar nuevas inversiones y planes de expansión que estaba barajando desde hace tiempo, pero, sin embargo, su gran error va a ser perder la posibilidad de crecer en el exterior, ya que las marcas emblemáticas de Deoleo, tanto las españolas como las italianas, eran la llave de la puerta a la exportación en Estados Unidos y otros mercados importantes, algo que ahora se puede ver cerrado de nuevo para Dcoop.

     Por eso, hay quien piensa que la cooperativa ha mirado a corto plazo y en una clave nacional, pero que cuando crezca lo que espera crecer se encuentre con problemas de mercado y la imposibilidad de abrir unas puertas que ahora se ha cerrado.

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