Durante el encuentro, presidido por el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Juan Ramón Hernández, se destacó la importancia de este hecho para el sector, ya que distingue la singularidad de esta producción y supone que sólo los productos del Archipiélago, obtenidos bajo los controles y certificación requeridos podrá comercializarse aludiendo las Islas, evitando así la competencia desleal.

    “Podemos afirmar que el gofio, que ha jugado un papel determinante en la dieta canaria, está hoy en condiciones de competir con otros productos en el exterior y es un elemento dinamizador de la economía canaria”, señaló el titular del Departamento.

    El acto también contó con la presencia del director del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), Alfonso López, y el presidente de la Asociación de Productores de Gofio de Canarias, Vicente Guerra, quien señaló que esta marca de garantía es “el reconocimiento de las autoridades y supone subir el listón de calidad de un producto singular, representando una garantía para el consumidor”.

    Por su parte, el responsable del ICCA dijo que “nos encontramos ante un producto que por un lado acredita sobradamente su gran tradición en nuestras Islas, y que en la actualidad se intenta reposicionar ante nuestra población; un producto con posibilidades de futuro, al cual esta IGP abre nuevas líneas de actuación para el fomento del consumo, tanto entre la población doméstica como entre los más de doce millones de visitantes que reciben nuestras Islas”.

Un componente nutricional superior a los cereales industriales

     Se trata por tanto de un logro en el que sector y la administración han venido trabajando desde hace varios años y que se inició con la presentación de la solicitud de la Asociación de Productores de Gofio de Canarias ante este Instituto en enero de 2011. El organismo autónomo se encargó de la elaboración de la documentación que se presentó ante el entonces Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, para la concesión de la protección nacional transitoria, de la que disfruta desde abril de 2012 y finalmente obtuvo el reconocimiento definitivo de Europa el día 11 del mes pasado.

    Durante el transcurso del acto el catedrático de toxicología de la Universidad de La Laguna (ULL), Arturo Hardisson, ofreció a los asistentes una charla sobre este producto, en la que afirmó que “el valor nutricional del mismo es muy superior al de otros competidores como los cereales industriales, porque la elaboración artesanal hace que sus propiedades nutricionales queden prácticamente intactas”. “Constituye el grupo de alimentos básicos que se deben consumir todos los días”, agregó.

   En la actualidad el Pliego de Condiciones de la Indicación Geográfica lo define como "el producto obtenido en el archipiélago canario resultante de la molturación de cereales tostados con o sin adición de sal marina" y se puntualiza que "puede ir complementado con leguminosas a las que se les somete al mismo tratamiento que a los cereales".

    Pese a la incorporación de sistemas mecánicos mínimos para la realización de algunas de las fases del proceso de elaboración del gofio, como la limpieza y la molturación de cereal, se siguen conservando gracias a la experiencia del maestro molinero, tanto en el fundamento del tostado como del molido, procedimientos que le aportan una particular autenticidad a la vista, olfato y al tacto. Así, en muchas industrias, se han desarrollado fórmulas para obtener los mejores gofios desde el punto de vista organoléptico, partiendo de recetas antiguas trasmitidas de padres a hijos.

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