EFE.- Fuentes de AVA han indicado a EFE que el episodio de pedrisco caído el sábado por la tarde en Utiel-Requena afectó a las poblaciones de Caudete, Los Corrales y Las Casas, con una superficie de 8 kilómetros, y dañó en mayor o menor medida en torno a 150 hectáreas de viñedo.

Para la organización agraria, se trata de daños «bastante limitados», ya que la piedra cayó acompañada de mucha agua, lo que atenuó el impacto, con un nivel medio de afección en las cepas del 20 por ciento, aunque en algunas parcelas llegó al 40 y 50 %, si bien habrá que esperar a ver como evolucionan las plantas.

En líneas generales, AVA estima que la lluvia caída en esa comarca en su conjunto ha sido «bastante beneficiosa», dada la sequía «tremenda» que atraviesa y que afecta a almendros, olivos y viñedos, que necesitaban agua urgente para salvar la cosecha, por lo que, aunque tendría que llover más, ha sido «un pequeño alivio».

Respecto a las lluvias el fin de semana en la Comunitat, AVA afirma que han sido «totalmente insuficientes para aliviar aunque sea mínimamente el impacto brutal de la sequía», aunque han servido para limpiar árboles y contar con un riego adicional.

Por su parte, el secretario general de La Unió, Ramón Mampel, ha explicado a EFE que las precipitaciones han sido «escasas e insuficientes», con la excepción de los 110 litros de Vilafranca (Castellón), y el granizo ha caído «de forma muy aislada, afortunadamente», sin causar grandes daños.

Así, ha indicado que la piedra caída en la zona de Utiel-Requena ha afectado a unas 160 hectáreas de viñedo, que actualmente está en fase de brote, y a algo de olivar y almendro, mientras que en el Alto Palancia (Castellón) cayó mezclada con agua y era «bastante pequeña», lo que ha afectado un poco a cultivos de almendro y cereza.

Mampel ha indicado que el granizo caído en Vilafranca (Castellón) fue «más espectacular», porque cubrió el pueblo con un manto blanco, pero es una zona con pocos cultivos, el más perjudicado de los cuales ha sido el cereal, que ya estaba mermado por la sequía y se iba a empezar a recolectar en junio.

Ha explicado que en Alicante no ha llovido «prácticamente nada», a pesar que es donde más agua necesita el campo, y ha hecho un llamamiento a los agricultores a concienciarse de la necesidad de contar con un seguro agrario ante las inclemencias meteorológicas, sobre todo en esta época en que el pedrisco puede acompañar a la lluvia.

En general, ha dicho que las lluvias han servido en algunas zonas para ahorrar un riego, recargar acuíferos, limpiar los árboles de posibles plagas, regenerar pastos para el ganado y apagar pequeños incendios en un fin de semana de temperaturas elevadas y con viento.

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