A lo largo del foro y cata que ha tenido lugar en Valladolid se ha puesto de  manifiesto la calidad de los aceites de oliva virgen extra, y de la variedad Picual, como criterio esencial de promoción para incrementar el consumo, tanto a nivel nacional como en terceros países.

    El aceite de oliva virgen extra está siendo impulsado y respaldado por una organización profesional agraria como UPA, que a todos los actos donde asiste resalta sus enormes cualidades al tratarse de cien por cien zumo natural de aceituna como base indiscutible de la dieta mediterránea.

   Otra de las conclusiones que se ha podido sacar en esta importante jornada de Valladolid ha sido el trabajo que debe ir encaminado a mejorar la promoción, y a evitar las políticas abusivas de la gran distribución, que vende a pérdidas haciendo de este tipo de aceite estrella un producto reclamo y, encima, haciendo la competencia con las marcas blancas.

   Por este motivo, esta organización agraria ha hecho de la calidad la punta de lanza de la promoción en la búsqueda de nuevos mercados, no sólo para conseguir el aumento del consumo a nivel nacional, sino sobre todo internacional, con la vista puesta en terceros países donde hay muy buenas perspectivas de mercado, siendo además el nexo de complicidad entre olivareros y consumidores, con un producto auténtico que rentabilice las explotaciones.

Un sistema para aprender a distinguir las calidades

   Además a través de la cata realizada por parte de la D.O. Sierra Mágina, los asistentes han podido descubrir el método para distinguir las cualidades del aceite y para que tengan mayores conocimientos al determinar la calidad de los aceites de oliva. UPA entiende, igualmente, que la cata es un elemento fundamental para confirmar la diferenciación de la calidad producida. Es un instrumento de control para descubrir que el magnífico trabajo de los agricultores en el campo queda plasmado en el producto final.

   En el foro también se ha defendido la utilización de envases con tapón irrellenable en la hostelería, una medida reivindicada por UPA y el resto del sector y que, por fin, ha sido escuchada por el Gobierno, que a partir del 1 de enero prohibirá las aceiteras rellenables en bares y restaurantes. No en vano, UPA puso en marcha una campaña para promocionar el uso de botellas con tapón inviolable (irrellenable) bajo el título “Consume aceite de oliva virgen extra con seguridad extra, extra”, que ha recorrido numerosos establecimientos de nuestro país.

   “Es de sentido común y con esta medida se aplica la lógica, porque los olivareros y los consumidores queremos una información de rigor, una garantía de autenticidad del producto, de lo que va en el envase. El ministro escuchando las reivindicaciones de UPA y del resto del sector ha dado un paso adelante que debe servir para que la Unión Europea siga por el mismo camino”, recuerda el Secretario General de UPA-ANDALUCÍA, Agustín Rodríguez.

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