Se trata de los quesos de Cortes de Muar, el abono de lombrices de Ecocelta, los huevos y mermeladas de Pazo de Vilane, los aceites Olei, los juegos de mesa de Buxaina, las galletas mariñeiras de Daveiga, las de nata de Granxa Maruxa, la cestería contemporánea de Idoia Cuesta, los quesos, yogures y leche ecológicos de Arqueixal, las sidras Maeloc y los vinos de Ponte da Boga.

     Todos ellos han asegurado a Efe que comparten la idea de exportar este espacio a capitales como Madrid o incluso Londres para "abrir mercados".

    Para Idoia Cuesta, que confecciona cestos, la experiencia ha sido tan positiva que para los participantes en este espacio sería "mucho más interesante a nivel mediático o de ventas" contar con un espacio como el Mercado de la Cosecha en Madrid, Barcelona o Bilbao.

Una iniciativa que pude llevar por España lo mejor del mundo rural gallego


      "Imagina aterrizar en Madrid y llevar lo mejor del rural gallego al centro de la capital, al Mercado de San Miguel", plantea Idoia, que sostiene que con iniciativas como esta "estamos vendiendo territorio, Galicia, que tiene muy buena fama a nivel de producto".

     También José Luis Olmedo, de sidras Maeloc, valora como "espectacular" su paso por el Mercado de la Cosecha y confiesa estar "muy sorprendido" por la acogida de su producto en la ciudad.
  
     "Al dar a conocer una sidra gallega hecha con manzanas de Galicia la gente abría los ojos como platos", explica Olmedo, contento de poder dar conocer la marca y la sidra que elaboran y expectante ante la posibilidad de exportar la idea a Madrid o Londres.

     Una de las razones, sostiene, es que cuentan con el "lastre en España" de que "la sidra que más se conoce y consume es la asturiana, pero fuera de España ese prejuicio no lo tenemos por parte de los consumidores", añade.

     Desde la bodega Ponte da Boga, Dominque Roujou califica de "interesante" su paso por este mercado porque el público no era especialista sino "gente con la curiosidad de acercarse al mundo del vino y ver un poco de qué va todo esto".

     "Me encantaría exportar la idea", confiesa Roujou, pues los vinos son "un patrimonio con una cultura detrás" y "cuanto más nos alejamos de Galicia la gente conoce menos la Ribeira Sacra", así que "sería fantástico poder acercar los viñedos a la península" y "cambiar el chip de la gente sobre el rural".

     Xosé Luis Carreira, de la quesería Arqueixal, ve bien exportar este modelo pero adaptado a las aspiraciones y comercialización de cada firma, ya que sus productos son de consumo rápido.

     Otro de los productores que ha pasado por el Mercado de la Cosecha es Germán García, de la quesería Cortes de Muar, que inauguró la tienda con un queso de 40 kilos y la premisa de que "los productos no son artesanos, sino las personas", y para quien "hay que ver qué continuidad se le puede dar" al proyecto porque "puede tener todavía más impacto en Madrid y Londres, por ejemplo".

Un éxito que abre las ganas de pequeñas empresas de dar el salto al exterior


     Ana Teijeiro, de la firma Buxaina, dedicada a elaborar juegos de mesa artesanales fabricados a mano en madera, "sería genial" impulsar este mercado fuera de Galicia, aunque reconoce que mucha gente "no sabía que en Galicia se hacía esto".

     Desde la firma de las galletas mariñeiras Daveiga, Xosé Lois Lamazares dice que las visitas fueron "un éxito" y cree que merece la pena sentarse ahora, al final de esta experiencia, y "valorar quizá el concepto de tienda, salir a Madrid o Londres".

     Coincide con este planteamiento Nuria Varela-Portas, de Pazo de Vilane, donde presumen de que en su granja "no producen huevos sino que cuidan gallinas" y también fabrican mermelada de arándanos, frambuesa y tomate.

     El éxito ha sido tal que dan ganas de intentar abrir mercado fuera de Galicia, aseguran. Podría ser. Desde la organización sostienen que iniciativas como esta tienen presente y, desde luego, futuro.

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