La mesa de trabajo del proyecto ‘Unidos por el Agua y el Territorio’ que ha puesto en marcha la Asociación de Agricultores, Ganaderos y Productores, AGAPRO, para participar en el proceso de planificación de la Cuenca del Guadalquivir ha llevado a cabo una nueva reunión en Almería. En esta ocasión fue invitado el Diputado Pedro Arrojo, Doctor en Ciencias Físicas por la Universidad de Zaragoza, fundador de la Nueva Cultura del Agua y premio Goldman para el medio ambiente, entre otros muchos méritos que lo convierten en una eminencia en el terreno del agua y cambio climático.

El Presidente de la Asociación AGAPRO y de la Comunidad de Regantes Siete Fuentes Negratín de Baza, José Antonio Azor, y Miguel Ortiz, Presidente de la Plataforma por la Defensa del Río Castril, agradecieron a Lorenzo Reche, Presidente de la Asociación de Turismo del Altiplano de Granada, la organización del acto y la presencia de Pedro Arrojo. Fue Francisco Casero, de la Fundación Savia quién moderó este interesante debate de ideas relacionadas con la transición hidrológica.

El Diputado Pedro Arrojo hizo un repaso de las recomendaciones al Gobierno aprobadas por la Comisión de Agua y Cambio Climático del Parlamento español. Dicho trabajo pone de manifiesto un diagnóstico confluyente cuyas conclusiones en cuanto a cambio climático suponen una reducción drástica del agua disponible, principalmente como consecuencia del aumento de la evapotranspiración vegetal. “La disminución del agua disponible en zonas sensibles como el Altiplano de Granada puede llegar hasta el 30-40% en pocos años” indicó el profesor.

Por lo tanto, la planificación hidrológica no puede realizarse sólo con datos estadísticos históricos, si no que hay que extrapolarlos a las previsiones futuras de cambio climático, siguiendo una política de adaptación.

Ante esta situación de disminución de recursos, la construcción de más presas y embalses podrían ser la solución, sin embargo, se corre el riesgo de que se queden vacías en los ciclos de sequía que es cuando serían necesarios y a pesar de todo se tendrían que seguir amortizando, lo cual encarecería el coste del agua, haciendo inviable su consumo para el pequeño y mediano agricultor, creando a su vez nuevas perspectivas de riego, entrando en un bucle sin fin.

Según Arrojo, otra alternativa pueden ser los trasvases, pero “estaremos en las mismas circunstancias que con los pantanos, ya que las sequías suelen afectar a casi todas las cuencas a la vez”. En cuanto a los trasvases existen además otros peligros ya que no se protege a la cuenca cedente de la especulación en la cesión de derechos y es el mercado el que realiza la planificación trasvasando el agua desde donde no hay dinero hasta donde sí lo hay. Por ejemplo, la compra de derechos a 0,2 €/m3 puede suponer al cedente mayores ingresos que aprovechando dicha agua para riego, sin embargo, el que compra puede comercializar dicha agua hasta 0,50 €/m3 (precio cercano al de desalación) en la cuenca de destino, aprovechándose de una infraestructura construida por el Estado en la mayoría de los casos.

Pedro Arrojo también animó a seguir trabajando en el proyecto “Unidos por el Agua y el Territorio” y puso como ejemplo de consenso el obtenido mediante el Contrato del río Matarraña en la planificación hidrológica de esta cuenca, situada entre Aragón, Cataluña y Valencia.

En la reunión también se trató la necesidad de recuperar y mejorar los acuíferos, al tratarse de reservas estratégicas en caso de sequías y la amenaza que supone la nitrificación causado por el abuso de nitratos, bien procedente de macrogranjas, la agricultura superintensiva, o bien de los vertidos urbanos.

En cuanto a la pérdida de territorio por la instalación de renovables eólicas, fotovoltaicas, incluso termosolares, Arrojo indicó la necesidad de descentralizar la producción eléctrica, por lo que había que organizarse desde los ayuntamientos, las comunidades de de regantes y el resto de organizaciones del territorio para ser soberanos de nuestra propia energía, participando en la producción para luego emplearla en lo más conveniente.

El grupo de trabajo Unidos por el Agua y el Territorio de la Asociación AGAPRO seguirá trabajando en un Plan Estratégico para el desarrollo de la zona que evite la desigualdad territorial, donde la gestión de los recursos sea controlada por sus habitantes y no sea manipulada por los grandes lobbies que pretenden hacer un negocio del medio rural para abastecer a las grandes ciudades sin pensar en la gente de los pueblos.

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