EFE.- Así lo ha manifestado hoy Pedro Mario Fernández San Juan, jefe de sección de componentes y aditivos en el Centro Nacional de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), durante un encuentro informativo, organizado por Pfizer.

El doctor Fernández San Juan ha subrayado que el aporte de grasas saturadas, tanto de origen animal como vegetal, en la dieta de los españoles es "bastante alto", como consecuencia de la inversión de la pirámide alimenticia.

Así, en la base ya no predominan los hidratos de carbono complejos sino algún tipo de grasas no aconsejables, ha señalado.

Este experto en nutrición ha querido dejar claro que el sector industrial "se está implicando mucho" en corregir la situación, de tal forma que se encuentra en fase de modificar el proceso de hidrogenación para reducir los ácidos grasos trans en la elaboración de sus productos.

"Estamos en el buen camino", ha asegurado el representante de la Aesan, quien ha citado, además del sector de las margarinas, el de las patatas fritas, como los que "se lo están tomando más en serio".

No obstante, existe un vacío legal pues la legislación no obliga a especificar en el etiquetado de los productos alimenticios el tipo de aceite que se utiliza en su elaboración.

Muchas veces, el fabricante se limita a poner en la etiqueta "aceite comestible", sin precisar si se trata de aceite de girasol, de palma o de maíz.

Otra cosa es si el producto lleva aceite de oliva. Entonces "lo pone muy clarito", ha asegurado el doctor Fernández San Juan.

A pesar de ello, el doctor Lázaro López Jurado, jefe de Servicio de Programas de Formación de la Escuela Nacional de Sanidad, ha dejado claro que el ciudadano medio español está ahora "muchísimo más protegido" desde el punto de vista nutricional que hace unos años.

Y también lo está desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, ha incidido este experto, quien ha asegurado que "es muy difícil" que hoy en día se puedan producir episodios "tan tristes" como el del síndrome tóxico.

Precisamente para conocer la ingesta "real" de sustancias contaminantes y comprobar si se superan los límites de seguridad establecidos, la Aesan ha puesto en marcha el estudio "Dieta Total", que se encuentra aun en fase analítica.

El estudio evaluará también el estado nutricional colectivo en cuanto a la ingesta de nutrientes.

Para ello, se va a analizar una muestra de alimentos que representa el 95% o más de la dieta considerada típica de la población.

Además, los alimentos proceden de un número determinado de localidades distribuidas por todo el territorio nacional y la selección se realiza por un muestreo aleatorio en el que la probabilidad de salir elegida es mayor para las poblaciones con un mayor número de habitantes.

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