El anunciado cierre de fronteras rusas a carnes refrigeradas españolas, como han aclarado hoy las autoridades moscovitas, como el pollo responde a una medida "proteccionista" para revalorizar sus producciones internas y potenciar su industria alimentaria antes de dar un paso más y abordar la exportación, eliminada su dependencia del exterior. Así lo han apuntado fuentes de la Organización Interprofesional de Avicultura de Carne de Pollo (Propollo), quienes opinan que las autoridades rusas ponen trabas en el comercio para asegurar con ello un precio interno alto -una vez librada la competencia y la presión de las importaciones- y por tanto beneficios y rentabilidad a su propia industria para seguir creciendo.

     A su juicio, dicho país aboga por asegurar unas medidas en el mercado interior que permitan que producir pollo en Rusia sea rentable y su industria pueda invertir en él para su crecimiento.

     Han precisado que, con una demanda interna "importantísima" de millones de ciudadanos y con materia prima cerealística abundante -Rusia está considerada uno de los graneros del mundo, alimento imprescindible para asegurar una ganadería intensiva eficiente-, en el país se dan las condiciones de cubrir su abastecimiento e, incluso, exportar.

    "En tres o cuatro años estarán en condiciones de exportar pollo a la Unión Europea (UE)", han avanzado. En su opinión, "Rusia ha estado haciendo maniobras de este tipo (trabas a la importación) varias veces el año pasado", en su estrategia de pasar de ser un país importador a ser productor e incluso exportador.

     Rusia compra carne de pollo congelada desde España, aunque no son cantidades importantes respecto a otros destinos, y sí es un gran comprador de huevos para incubar -que no se han nombrado por las autoridades de ese país como afectadas por las restricciones-, ya que adquiere varios millones cada año.    

Medida "exagerada" contra el porcino


    
La asociación de productores de porcino Anprogapor ha asegurado que el veto afectará a la carne fresca y refrigerada de vacuno, porcino y aves españolas y holandesas, después de haber establecido restricciones comerciales similares a Alemania.

    El director de esta Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino, Miguel Ángel Higuera, ha remarcado a Efeagro que, por las informaciones que maneja la entidad, las deficiencias que han encontrado los inspectores rusos en su pasada visita a España (del 3 al 16 de marzo) "han sido una ligera no conformidad en la trazabilidad y en otros asuntos menores".

     "Consideramos que la medida es exagerada pero, obviamente, las autoridades rusas son las que tienen que tomar la última decisión", ha añadido Higuera
Ha asegurado que el Ministerio de Agricultura "está trabajando diligentemente para intentar reconducir esta situación lo antes posible" y tener así nuevamente la posibilidad de exportar "todos nuestros productos a la Federación Rusa".

     "Esperamos que con el trabajo del Ministerio y la subsanación de las no conformidades la situación se conduzca lo antes posible", ha concluido.

Duro golpe para ASAJA y motivo de "reflexión"


   Para e
l responsable de ganadería de carne de Asaja, Adolfo Alcalde, esta suspensión temporal de importaciones cárnicas españolas supondrá "un golpe" para las exportaciones españolas de carne porcino a "un mercado muy importante" para este subsector ganadero.

    "Cualquier cierre de fronteras en terceros países causa un evidente perjuicio al sector, más aún siendo Rusia, cuyas importaciones de porcino estaban tirando mucho", ha recalcado Alcalde en declaraciones a Efeagro.

     Ha añadido que la industria exportadora se enfrenta a restricciones al comercio en una de sus vías principales de ventas fuera de la Unión Europea.

     Sobre los motivos que explicarían la decisión de las autoridades rusas, "entendemos que es un tema de guerra comercial, porque vemos que Rusia pone pegas a cualquier cosa cuando se trata de carne comunitaria, tanto de España como de otros países", ha subrayado.

     "Tenemos la impresión de que lo que quieren es modificar sus importaciones e irse a otros países productores más baratos, como Brasil o Uruguay", ha indicado Alcalde.

     No obstante, ha instado a los mataderos españoles a reflexionar sobre este problema y a "actuar" para mejorar esta situación, porque no es la primera vez que inspecciones veterinarias que visitan nuestro país han detectado alguna incidencia.

Poca repercusión en el sector del vacuno


   
Rusia absorbe poco más del 5% de las exportaciones anuales de carne vacuna española, en su totalidad congeladas -de menor valor que la fresca-, por lo que el impacto de la restricción a las importaciones "no debería ser muy importante", según la Asociación española de Productores de Vacuno de Carne (Asoprovac).

     Así lo han afirmado a Efeagro fuentes de esta entidad, que puntualizan que la gravedad de la prohibición radica más bien en la "inseguridad jurídica" en determinados mercados, que en su opinión "pone una vez más de manifiesto la falta de capacidad negociadora y sancionadora de la Unión Europea (UE) con otras partes del mundo".

     La Comisión Europea "debería reaccionar de manera mucho más contundente" ante este tipo de actuaciones, "que obedecen más a estrategias comerciales de dudosa legitimidad que a motivos realmente sanitarios, más sangrantes aún si cabe en el caso de Rusia", puesto que ya es miembro de la Organización Mundial del Comercio (OCM) desde agosto del año pasado.

     La restricción provisional anunciada por las autoridades rusas afectará a carnes frescas de vacuno, porcino y ave españolas y holandesas a partir del próximo 29 de marzo, según ha apuntado la Asociación, y se trata, según sus fuentes, de "incumplimientos de una importancia menor y en ningún caso por cuestiones sanitarias o de calidad del producto".

     "Recordemos que se trata del segundo o tercer veto impuesto por los rusos a carnes europeas en lo que va de año; el primero se produjo al conjunto del territorio alemán en el mes de enero del 2013", ha indicado Asoprovac.

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