El olivar volverá a mirar al cielo en 2019 para ver las condiciones meteorológicas y también estará pendiente de las negociaciones de la reforma de la PAC para el nuevo marco financiero 2020-2026 y del mercado para ver si remonta la actual tendencia del ciclo de bajos precios en origen.

Antes de todo ello, el sector oleícola conocerá en breve al nuevo titular de la Consejería de Agricultura de la Junta andaluza, sus prioridades y las principales líneas de actuación del nuevo gobierno en materia de aceite de oliva y olivar, un cultivo que tiene en Andalucía una Ley propia y un Plan Director específico debido a su relevancia.

Entre tanto, la recolección de la aceituna avanza a pleno rendimiento, a velocidad de crucero por la ausencia de lluvias, lo que está propiciando que el fruto se arrugue ligeramente y que presente rendimientos medios grasos más bajos de lo habitual debido a la tardía maduración.

Esta circunstancia podría condicionar la producción final de aceite de oliva en una campaña en la que se aspira a conseguir la segunda mejor cosecha de la historia en la provincia de Jaén siempre que se cumplan las estimaciones del aforo de la Consejería de Agricultura.

El sector en su conjunto está también atento al ciclo de precios bajos por el que transita el aceite de oliva

Dicho avance de cosecha pronosticaba en octubre 1.550.000 toneladas de aceite de oliva en España, casi 1.340.000 en Andalucía y 685.000 en Jaén, todo ello con una estimación media en el rendimiento de un 21,7%.

Y no sólo en la vertiente de la cantidad y de la calidad está atento el sector en su conjunto, también en el ciclo de precios bajos por el que transita el aceite de oliva, un producto que ha bajado un euro por kilo en el mercado de origen en un año, por lo que espera que remonte próximamente el vuelo de su cotización en 2019.

Una situación para la que el sector productor no ve condiciones objetivas que justifiquen esta apreciable bajada, habida cuenta además de que el aumento de cosecha que se espera en España compensará en parte la caída que se augura en la mayoría de los países productores.

Junto a todo ello, los oleicultores ansían que aumente el consumo a nivel internacional de la grasa vegetal más importante y saludable, además de que se reactive el mercado interior, para lo que habrá que prestar atención este año al hecho de si se bate el récord de exportaciones de aceite de oliva, establecido en 1,1 millones de toneladas en España.

No menos importantes son otros asuntos de calado para el sector oleícola, como la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Aceite de Jaén, cuya tramitación se ultima en Bruselas y para la que se espera que pueda haber noticias en esta próxima primavera.

También en 2019 será el año de la celebración de la bienal feria de Expoliva, la principal muestra monoproducto en el sector de la alimentación que posiciona a la provincia de Jaén, a su liderazgo productor y a su riqueza oleícola en el mundo.

Y en este año también debe continuar su recorrido el expediente técnico de la candidatura de los Paisajes del Olivar en Andalucía en su aspiración a Patrimonio Mundial por parte de la Unesco.

(Texto: Asensio López / Efeagro)

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