El año 2017 ha sido histórico para el sector porcino español, que por primera vez, según informa la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (INTERPORC), supera la barrera de los 5.000 millones de euros en valor de las exportaciones, alcanzando una cifra de negocio de 15.000 millones de euros.

Estos resultados tienen un impacto directo en la generación de riqueza y empleo en muchas zonas rurales de España, tal como afirmó el director de INTERPORC en rueda de prensa, Alberto Herranz.

2017 ha estado caracterizado por una gran estabilidad en la producción y el consumo interior y el incremento de las ventas al exterior, que ha sido del 13% en facturación, hasta los 5.080 millones de euros.

contribuye a la riqueza nacional con una balanza comercial positiva en más de 4.500 millones de euros

España es la tercera potencia en el comercio mundial de los productos del porcino y la que vende en más de 130 países, lo que se ha logrado “gracias a factores como la calidad, la seguridad alimentaria y la implementación del modelo de producción europeo, el más exigente del mundo en materia de sostenibilidad y bienestar animal”, ha señalado Herranz.

Asimismo, el sector porcino contribuye a la riqueza nacional con una balanza comercial positiva en más de 4.500 millones de euros, con un volumen de negocio total del entorno de los 15.000 millones y con la generación de 300.000 puestos de trabajo directos y más de 1 millón indirectos, fundamentalmente en zonas rurales.

el 78% de la facturación exterior proviene de la venta de carnes frescas, refrigeradas o congeladas y despojos

Además,  2017 ha estado marcado por un incremento de las ventas a Europa, que ha absorbido el 70%, y especialmente a Francia, que vuelve a ser nuestro principal mercado en volumen, con 322.000 toneladas, desplazando a China, que con 318.000 tn, el segundo segundo mayor comprador.

En cuanto a valor, Francia también gana terreno como primer destino exterior, con 922 millones de euros, incrementando la ventaja sobre China, con 500 millones, y Japón, con 433 millones, que son nuestros segundo y tercer mercado en valor respectivamente.

Por lo que se refiere a productos, el 78% de la facturación exterior proviene de la venta de carnes frescas, refrigeradas o congeladas y despojos, un porcentaje muy similar al del pasado año.

Según INTERPORC, algunas de las claves del éxito del sector porcino español, están relacionadas con la especialización y profesionalización de los trabajadores en todos los eslabones de la cadena; la puesta en marcha de un modelo de producción sostenible; la calidad y seguridad alimentaria; y la visión global de las granjas y empresas del sector.

Así, Herranz ha incidido en que el empleo que genera el sector es estable, ya que precisa de trabajadores experimentados y formados. En cuanto al modelo de producción, ha subrayado que “no hay zona del mundo donde los animales tengan, por normativa, más espacio, mejores condiciones higiénicas ni mayor protección”.

Igualmente, ha destacado que la española es una “ganadería moderna que atiende al bienestar animal y que trabaja para reducir el impacto de la actividad, lo que ha llevado a que en 20 años se haya logrado una disminución del 30% en el uso de agua por kilo de carne o de más del 22% en emisiones de gases de efecto invernadero.

La exigente normativa europea y española en cuanto a seguridad alimentaria, así como el sistema de trazabilidad de la granja a la mesa, es un ejemplo mundial, concluía Herranz, y ésta asegura que cualquier producto cárnico que llega al consumidor lo hace con garantías sanitarias de primer nivel.

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