De todos es conocida que las relaciones entre la formación política Ciudadanos y la Asociación Española de Criadores de Cerdo Ibérico Aeceriber no pasa precisamente por su mejor momento. Tanto que, las malas lenguas, dicen que Toni Cantó ha decidido no comer jamón estas Navidades porque no se fía de lo que va a comprar y porque debía adquirirlo ‘a ojo’, como muchas de las calificaciones genéticas del ibérico que se asegura que hace la Asociación.

Por eso, el último estudio realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, junto con la centenaria empresa Arturo Sánchez, no debería ser leída por ninguna de las partes, más que nada para no amargarles más las fiestas navideñas.

En dicho estudio se revela que el jamón ibérico tiene más propiedades antioxidantes en el caso de cerdos alimentados durante dos montaneras. Si ya Ciudadanos duda de la calificación genética del porcino ibérico y del aumento del cebo de campo ibérico, se imaginan qué podría decir si además de estas garantías se debería exigir esa ‘doble nacionalidad’ en la montanera a los animales.

¿Cómo se haría? ¿A ojo? «Pues me parece a ése le vi el año pasado por aquí» dirían los técnios de Aeceriber, mientras que Ciudadanos exigiría poco menos que un certificado de empadronamiento de cada animal para aceptarlo como realmente saludable.

Con lo bueno que está el jamón, qué complicado es poder comerlo decentemente.

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