EFE.- El ARM-1, como se llama el dispositivo, servirá para reforzar el movimiento del brazo y proteger la espalda de los agricultores a la hora de recoger fruta.

La empresa nipona confía en vender en el primer año cerca de 1.000 unidades de este traje robótico, que tendrá un precio de 126.000 yenes (cerca de 1.000 euros).

ARM-1 servirá además para que los agricultores puedan trabajar durante un tiempo prolongado sin experimentar dolor o tener que parar para descansar.

El dispositivo queda ajustado a los hombros y cuenta con unos sensores de movimiento colocados en los brazos para poder usarse sin que reduzca la movilidad de los agricultores.

Además, su colocación y utilización será sencilla, con un sistema similar a una mochila, su peso será 3,8 kilogramos y tendrá una autonomía de hasta 8 horas con tan solo cuatro pilas estándar (AA).

"Este traje puede tener muy buena acogida en España, ya que es muy útil para la recogida de la uva", señaló un portavoz de Kubota.

Aunque el dispositivo está pensado especialmente para los agricultores japoneses, un sector que cuenta en su mayoría con personas de la tercera edad.

En 2012, Japón registró 30 millones de habitantes por encima de los 65 años, el 24,1 % del total de su población, lo que ha provocado el interés de las empresas niponas por ofrecer productos en este lucrativo sector.

En este sentido, uno de los sectores que más ha evolucionado ha sido el tecnológico, sobre todo en el segmento de los robots de asistencia, un apartado que se estima crezca en los próximos 25 años hasta los 4,9 billones de yenes (cerca de 39.000 millones de euros).

En estos últimos años se han presentado todo tipo de productos para la tercera edad japonesa, desde "mascotas" terapéuticas que interactúan con su dueño, androides de limpieza doméstica o trajes biónicos para mejorar la movilidad.

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