EFE.- Más de 650 empresas vitivinícolas han desplegado sus atractivos en Salón Alimentaria, la feria más importante de España para el sector y en la que se celebran miles de reuniones, que se traducen en acuerdos y contratos, aunque con un impacto difícil de cuantificar a corto plazo.

Eso sí, es indudablemente un escaparate y una oportunidad para presentar nuevos productos y saber cómo los reciben los compradores internacionales, aunque sin olvidar el mercado nacional, «el primero para la mayoría de bodegas españolas», según ha afirmado a Efeagro el director general de Bodegas Protos, Carlos Villar.

«Una asignatura pendiente es nuestro mercado nacional, que cada vez consume menos vino. Tenemos que focalizarnos mucho, la industria y el sector de vinos, en llegar a esas personas más jóvenes para que no vean el vino como algo lejano y difícil de entender; que lo vean como algo suyo, como lo era para la generación de nuestros padres», ha subrayado villar.

Para lograrlo, la innovación es la aliada indiscutible, de la mano de otros sectores en auge como la gastronomía, la coctelería o el enoturismo.

Alimentaria ha sido la puesta de largo para los nuevos productos de otra de las bodegas más potentes de la Ribera del Duero, Matarromera, que ha presentado su vino sin alcohol, un producto con gran potencial de mercado en países de población musulmana, y su «polvo de vino», un extracto de uva en polvo para condimentar guisos y postres.

Este último cuenta con el aval del chef Mario Sandoval y abre «un universo casi inexplorado, que permite conocer aplicaciones en el mundo de la cocina y ofrece alternativas lejos de la concepción tradicional del vino», han explicado a Efeagro fuentes de la compañía.

Se trata de un extracto en polvo que sirve para condimentar pescados, salsas, carnes o bizcochos, espolvoreado en las recetas o como base para las elaboraciones.

Siete años y ocho millones de euros ha invertido la empresa para dar a luz el primer vino sin alcohol, para el que ha sido necesario «deconstruir molecularmente el vino tradicional» para eliminar su contenido alcohólico sin modificar las demás propiedades del vino.

Según han detallado, son vinos «bien recibidos por el mercado», que abren «una puerta» a las bodegas para vender a nuevos públicos.

El vino también se reinventa en nuevos formatos como el sorbete, como el que ha creado Martí Serdà en el Penedès para conquistar «a un nuevo consumidor, más despreocupado y libre de complejos que busca probar cosas nuevas», han señalado desde la bodega.

Y lejos de distanciarse de las bebidas espirituosas, el vino ha estado en la primera fila del «Cocktail and Spirits», un nuevo espacio en Alimentaria en el que cocteleros y mixólogos han desatado su imaginación para preparar combinados, también de vino, con firmas como Torres o Félix Solís.

Apuestas que se complementan con las del enoturismo, que sigue siendo clave para el sector, como demuestra el nuevo museo de Morales de Toro, de Denominación de Origen Valdepeñas, «que ofrece una visita interactiva y dinámica que nada tiene que ver con la de un museo tradicional», ha resaltado a Efeagro el responsable del grupo, Félix Solís.

Experiencias, sabores, texturas o matices inexplorados en el mundo del vino, que ahora esperan el veredicto del público.

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