EFE.- La deshidratación de las personas mayores es un problema grave y muy habitual, debido principalmente a la disminución de sensación de sed, que empeora en los meses de más calor, según se explica en una nota de prensa de la Fundación Edad&Vida.

De hecho, advierten, cuando los mayores sienten sed es síntoma de que la deshidratación ya ha comenzado.

Éste es un problema grave que se produce principalmente por la disminución de la sensación de sed por las dificultades de movilidad o por la presencia de otras enfermedades que pueden hacer que las personas mayores beban menos de lo necesario.

Y aunque es bastante habitual en cualquier época del año, en estas fechas de altas temperaturas se hace aún más necesario prevenir, recuerdan.

Para evitar la deshidratación de los mayores, los expertos recomiendan beber diariamente entre 6 y 8 vasos de líquidos y consumir alimentos con alto contenido en agua que pueden ayudar a mantener un adecuado nivel de hidratación como frutas y verduras (melón, sandía, fresa, pomelo, uva, naranja, zanahoria, pepino, etc.).

Aconsejan, además, que la ingesta de líquido se produzca sin esperar a tener sed, ya que ésta aparece cuando existe cierto grado de deshidratación y, además, con la edad disminuye la sensación de sed.

También deben evitar las comidas abundantes.

Por último, recuerdan que los síntomas principales de deshidratación son: sed, sequedad de mucosas y piel, disminución de la orina, estreñimiento y, en casos más graves, pérdida brusca de peso, orina oscura y concentrada, somnolencia, cefalea y fatiga extrema.

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