EFE.- Las bodegas españolas preparan una ofensiva internacional para ocupar el nicho de mercado de vinos respetuosos con el Planeta, que miden la "huella de carbono" en el proceso de elaboración y que luchan contra los efectos del cambio climático, ante el creciente interés de los grandes importadores.

El secretario general de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (Fivin), Domingo Valiente, ha resaltado en una rueda de prensa que España quiere jugar un papel puntero en un sector vitivinícola que trabaja para proteger el clima, por lo que lanzará el día 10 en Barcelona un foro de intercambio de experiencias de firmas líderes: "Wineries for Climate Protection".

La jornada está organizada por la Federación Española del Vino (FEV), Alimentaria de Barcelona, las fundaciones para la Protección de las Viñas, el Medio Ambiente y los Consumidores (Vimac) y para la Investigación del Vino y la Nutrición, con el patrocinio de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).

Está prevista la participación de más de 300 bodegas de referencia sectorial, además de investigadores, expertos, medios de comunicación procedentes de 15 países y otros líderes de opinión.

Un día antes, el 9 de junio, se pondrán las bases de este "movimiento" con la asistencia del enviado especial de la ONU para el cambio climático, Ricardo Lagos -expresidente de la República de Chile- y la firma de una declaración de compromiso con la lucha contra el cambio climático que firmarán empresas, entidades y personas vinculadas con el mundo del vino.

Este "movimiento" nace con una vocación global que se celebrará cada dos años en una zona vitícola del mundo y de momento California y Burdeos se perfilan para suceder a Barcelona como organizador.

En el decálogo se apuesta por reducir el impacto ambiental en el proceso de elaboración del vino y de la construcción de las bodegas, el uso de energías renovables, una agronomía sostenible, reducción del uso de fertilizantes y agua, o la apuesta por botellas más ligeras y eficientes en lo ambiental, entre otros factores.

Será un decálogo "voluntario" en el que podría incluirse el compromiso de reducir en un 20 % la huella de carbono en cada botella para 2020, según Valiente.

Valiente, quien coordina la jornada, ha precisado que cada vez son más los mercados que tienen en cuenta en su decisión de compra aspectos como las emisiones de CO2 de las empresas vitivinícola.

"Hay clientes" para este tipo de vinos y "la distribución" internacional "está interesada" en estos productos, ha apuntado.

El secretario general de la Federación Española del Vino (FEV), Pau Roca, ha resaltado que la sensibilidad del sector vitivinícola español "va por delante" de otros países, al disponer de muchas bodegas integradas en el territorio frente a multinacionales extranjeras más orientadas a sus accionistas y a la Bolsa.

Roca ha asegurado que las bodegas pueden ver a través de cada añada cómo varían las cosechas por el efecto del cambio climático, por lo que sienten el problema "en carne propia".

"Puede haber un nicho de mercado" para los caldos que luchan contra el cambio climático en un contexto en el que la sostenibilidad ambiental de las bodegas será "una divisa alternativa" para medir la cuenta de resultados de una compañía.

El presidente del Grupo Matarromera, Carlos Moro, ha recordado que esta compañía lidera a nivel internacional el impulso de proyectos de producción sostenible y es la primera que ha controlado la huella de carbono en su "Emina Verdejo", un camino iniciado en 2005 al considerar que era beneficioso para la responsabilidad social corporativa y parar lograr la excelencia del producto.

Moro también ha recordado que Matarromera está implicado en el proyecto Cenit Demeter -que aglutina a 26 bodegueros y 31 grupos de investigación españoles- para estudiar el cambio climático.

Ha recordado que España es vulnerable al cambio climático, con muchas zonas semiáridas, por lo que el viñedo debe conocer este fenómeno, hacer un seguimiento de las variables sobre vendimia, aromas o polifenoles y prepararse para afrontar esos cambios.

Ha explicado que en países de la UE hay grandes grupos comerciales que lanzarán normas para conocer la implicación de las empresas de vinos con el medio ambiente y la mitigación de calentamiento global y efecto invernadero antes de adquirirlos.

En su opinión es importante que cuantas más bodegas españolas apuesten por esta estrategia sostenible porque eso ayudará a los vinos españoles a copar nuevos mercados.

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