Esta semana, el ministro francés de Agricultura, Didier Guillaume,  y su homólogo español, Luis Planas, se reunían en Madrid y remarcaban emarcado que la UE está en “un cambio de paradigma” y “Francia y España están de acuerdo en dar ese salto” hacia la nueva PAC para “afrontar los envites”. Una consonancia que, poco a poco, Luis Planas, ha ido ratificando en su apuesta por una PAC verde, al asegurar que los retos medioambientales a los que se enfrenta el sector agroalimentario tienen que plantearse como una oportunidad en vez de verlos como una «carga» o una «limitación».

Durante su intervención en unas jornadas sobre los desafíos medioambientales y climáticos que tiene que encarar dicho sector, el ministro ha incidido en que los ve como una ocasión «catalizadora» de la actividad económica en el mundo rural, que sirva además para mejorar su calidad de vida.

Planas ha hecho hincapié en la importancia que la sostenibilidad medioambiental tendrá en la futura PAC y por eso España ha defendido que se mantenga el presupuesto de esta política comunitaria para que los agricultores puedan afrontar estos retos medioambientales «sin causar menoscabo en su rentabilidad».

Bajo su punto de vista, la «nueva arquitectura ambiental» de la PAC es una parte «importante» de los mecanismos para impulsar ese cambio en el modelo de producción del sector agrario.

Planas defiende que el sector agrario «no está en la retaguardia, sino en la vanguardia» de los cambios medioambientalistas

En su discurso, ha defendido que la actividad agraria es «parte de la solución» a pesar de tener prácticas que contribuyen al cambio climático y pertenecer a los sectores con emisiones difusas.

Según el ministro, tanto la agricultura como el sector forestal «pueden contribuir muy eficazmente» a la mitigación de dicho cambio climático por su capacidad de almacenar carbón y generar biomasa que puede ser utilizada como fuente de energía renovable ante la futura PAC verde.

El ministro cree que el sector agroalimentario enfrenta la próxima década siendo «dinámico y competitivo» y con «buenas perspectivas de futuro» pero también con «desafíos», especialmente en el área medioambiental.

Su Departamento, en coordinación con el Ministerio para la Transición Ecológica, está diseñando medidas para reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero y el secuestro de carbono procedente de fuentes agrarias, bajar las emisiones de gases contaminantes como el amoniaco, avanzar en practicas para proteger el suelo agrícola y potenciar el papel del sector forestal en su apuesta por esa PAC verde.

Planas ha subrayado la importancia de que todo el sector agroalimentario actúe conjuntamente ya que los agricultores han sido «siempre los primeros medioambientalistas» por lo que es «fundamental» contar con su experiencia y su implicación para afrontar estos retos.

El ministro ha concluido asegurando que el sector agrario «no está en la retaguardia, sino en la vanguardia» de los cambios y cree que tiene que demostrarle a la sociedad que es «capaz de adaptarse y ser pionero» a la hora de afrontarlos.

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