La ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha asegurado que la revisión de la Política Agrícola Común (PAC) es una prioridad a corto plazo y que el objetivo es «seguir garantizando unas condiciones de estabilidad adecuadas para el sector sobre la base de que las ayudas directas sean financiadas íntegramente por el presupuesto comunitario».

Durante su intervención este martes 14 en el encuentro-coloquio organizado por Castilla y León Televisión (CyLTV) en el parador de San Marcos de León, García Tejerina ha afirmado que España quiere involucrase en este proceso junto a todos los agentes implicados, y en esa línea se plantea esa «gran conferencia» sobre el futuro de la PAC, «que estará abierta a todos los agentes del sector.

Apoyo a que las ayudas deban «seguir jugando un papel fundamental en el mantenimiento y en la estabilidad de las rentas de los agricultores»

«Pretendemos que sirva de base para dar una propuesta de la posición española ante la reforma de la PAC, que será debatida con las organizaciones agrarias para buscar el mayor acuerdo posible en las defensa de los intereses del sector», ha recalcado la ministra.

Según la ministra, dichas ayudas «tendrán que seguir jugando un papel fundamental en el mantenimiento y en la estabilidad de las rentas de los agricultores».

«Para lograr ese objetivo, lo primero que tendremos que hacer es aunar una posición sólida defendiendo la continuidad de la PAC, y esta es la primera batalla que habrá que dar porque sin duda volverán las tensiones sobre cómo se reparte el presupuesto comunitario», ha recalcado García Tejerina.

Asimimso, ha defendico que «es necesaria, además, la presencia de más mujeres y jóvenes en el campo que están llamados a ser los protagonistas de estos cambios, así como apostar por una agricultura y una ganadería más respetuosa con el medio ambiente», ha declarado.

Al respecto, ha opinado que la agricultura y la ganadería «deben ser una parte de la lucha contra el cambio climático», que, ha advertido, es el principal reto medioambiental al que se enfrenta el planeta.

No descarta una línea de seguros agrarios que permita cubrir las perdidas de ingresos

También ha precisado que para el sostenimiento de las rentas, a nivel nacional es «tremendamente importante» la política de seguros agrarios, dada que la actividad agraria está muy condicionada en España por una climatología muy variable.

Ha valorado que el sistema de seguros agrarios alcance a la practica totalidad de las producciones agrícolas y ganaderas y ha garantizado que se seguirán estudiando las posibilidades de una línea que permita cubrir las perdidas de ingresos así como un seguro que cubra las perdidas causadas por catástrofes naturales con daños por debajo del 30%.

Al margen de los mecanismos de estabilidad de las rentas, la ministra ha considerado que el elemento fundamental de los ingresos «cada vez debe de ser más el mercado».

En este sentido, ha señalado que hay que trabajar para que la agricultura española evolucione «para ser más competitiva, más orientada al mercado y más internacionalizada».

«El mercado es nuestra principal fuente de riqueza y ya hemos demostrado en estos años dadas las cifras de las expectaciones nuestra capacidad de crecer y llegar cada vez a más países con más productos», ha aseverado la ministra.

También ha incidido en la necesidad de que el sector sea cada vez más innovador con la incorporación de nuevas tecnologías en los procesos productivos.

Ha recordado que su departamento trabaja en una estrategia nacional de regadíos centrada en la transformación de los secanos, así como en la puesta en marcha de un plan estratégico global, además de en la elaboración de nuevos programas de apoyo a ordenaciones sectoriales.

También en un protocolo para la atención de incidencias en la cadena alimentaria, en evitar las ventas a pérdida y en el desarrollo de instrumentos de arbitraje y mediación.

García Tejerina ha insistido en que los datos avalan el trabajo realizado en la última legislatura y al respecto ha recordado que la facturación del sector agroalimentario pasó de los 31.000 millones de 2011 a los 46.000 del pasado ejercicio, casi un 40% más.

Por su parte, la incidencia del sector en el Producto Interior Bruto (PIB) pasó el 8 al 11%, mientras que la renta agraria aumentó en cuatro años de los 22.000 a los 25.000 euros.

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