Los precios percibidos por los productores "son muy bajos, poniendo en peligro el resultado económico de las explotaciones", según el texto que presentará España en el Consejo.

   Si a eso se suman los gastos de transporte, seguro, flete y comisiones, "el precio que puede pagarse al productor, tanto comunitario como marroquí, será tan bajo que difícilmente podrán mantener la actividad", consta en el documento.

   Por ello, España considera necesario "que se haga un análisis por parte de la Comisión de las razones que están motivando la situación de este mercado y las repercusiones que ese nivel de cotizaciones tiene en los precios percibidos por los productores, tanto comunitarios como marroquíes".

   Asimismo, reclama que se lleve a cabo "un seguimiento de los derechos que se están liquidando en las aduanas cuando los precios se sitúan por debajo del precio de entrada acordado con Marruecos".

   El texto que presentará España indica que la campaña "comenzó con precios buenos" por la escasez de oferta provocada por el retraso de las producciones en Marruecos y España.

   Sin embargo, desde finales de octubre el valor a tanto alzado del tomate importado de Marruecos ha experimentado "un descenso continuado hasta alcanzar un mínimo de 36 euros por 100 kilos el pasado 6 de noviembre, frente al precio de entrada acordado con Marruecos de 46,1 euros por cada cien kilos".

   Durante todo el mes de noviembre el precio ha estado por debajo del acordado con Marruecos "en niveles que darían lugar a una percepción de derechos arancelarios que variarían entre 0,9 y 29,8 euros por cada 100 kilos", añade el documento.

   Aparte de ese tema, en el Consejo del miércoles los ministros debatirán las propuestas incluidas en la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) para los pagos directos, las ayudas de desarrollo rural y la Organización de Mercado Única.

   En un almuerzo de trabajo, analizarán las repercusiones que puede tener para la reforma de la PAC el hecho de que todavía no exista un acuerdo sobre el próximo marco presupuestario 2014-2020.

   Por otra parte, el Consejo de ministros de Pesca tratará el jueves una petición dirigida por la delegación holandesa a la Comisión Europea para que precise de qué manera va a garantizar un mejor aprovechamiento del acuerdo pesquero entre la Unión Europea y Mauritania.

   La aplicación provisional del acuerdo fue acordada la semana pasada en una reunión del Comité de Representantes Permanentes de la UE (Coreper), formado por embajadores de los 27 países comunitarios.

   España, Portugal, Lituania, Letonia y Grecia votaron en contra, ya que eran partidarios de la reapertura del acuerdo para que introdujera condiciones técnicas más favorables para la flota, indicaron fuentes diplomáticas.

   El jueves se llegará además a un acuerdo sobre las posibilidades de pesca de las especies de aguas profundas para 2013 y 2014.

   La CE propone reducciones cercanas al 20 % (para cada uno de esos años) en algunas capturas de especies que interesan a España, en particular el granadero de roca, el besugo, la brótola y los alfonsinos.

   A España le gustaría mantener el status quo para todas ellas, según las fuentes.

   Por ello, junto con Francia, Portugal y Polonia, España abogará por que las reducciones "sean menores", añadieron.

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