La Guardia Civil investiga a tres personas por presuntos delitos de falsificación documental, intrusismo y estafa a más de sesenta ganaderos zamoranos a los que instalaron equipos de refrigeración que utilizaban un gas prohibido para mantener fría la leche de sus explotaciones.

La investigación ha corrido a cargo del Seprona y se ha prolongado durante ocho meses en los que los agentes han revisado equipos de frío utilizados para refrigeración de leche de explotaciones de la provincia para conocer el alcance de la presunta estafa, según ha informado la Guardia Civil de Zamora.

En el transcurso de la operación, la Guardia Civil ha inmovilizado en las instalaciones de una empresa de la provincia de León 198 kilos de gases prohibidos y otros 22 kilos de otro gas desconocido.

Utilizan gas R-409-A (HCFC), prohibido tanto su uso como su tenencia, y los ganaderos deberán deshacer sus instalaciones

El Seprona tuvo conocimiento en julio del año pasado de la existencia de instalaciones frigoríficas de explotaciones ganaderas de ovino que no habían podido ser registradas en Industria por falta de documentación que debía aportar la empresa instaladora.

La investigación se centró en una empresa instaladora, que a través de sus trabajadores extendían certificados oficiales falsos, donde se reflejaban que la instalación utilizaba gases permitidos, cuando en realidad la mayoría de los equipos de frío de las explotaciones ganaderas afectadas poseían y usaban gases prohibidos desde el año 2010.

Los empleados de esta empresa, encargados de realizar las certificaciones, carecían de la habilitación necesaria para trabajar con gases refrigerantes y hacer modificaciones en instalaciones eléctricas.

Tras verificar la falsedad de los documentos oficiales que expedían estos trabajadores, el Seprona inspeccionó unas instalaciones que esta empresa disponía en la provincia de León, donde hallaron tres botellas con gas R-409-A (HCFC), prohibido desde el año 2010 tanto su uso como su tenencia, con un peso total de 198 kilos.

Además, encontraron otra botella de 22 kilos de peso de la que no han podido identificar el gas que contenía.

Los ganaderos afectados por las supuestas malas prácticas utilizadas por la empresa instaladora han visto desestimadas sus solicitudes para que Industria autorizara la instalación pese a haber pagado los trabajos realizados a la empresa instaladora.

Los hidroclorofluorocarburos (HCFC), grupo en el que se encuentra el gas hallado en las instalaciones de la empresa investigada, son sustancias destructoras de la capa de ozono.

Los efectos intervenidos y las diligencias instruidas por el Seprona ya han sido puestas a disposición del Juzgado de Guardia de Zamora.

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