Las formulaciones con extractos de algas y otros productos con almidón que estudian los investigadores buscan sustituir los recubrimientos actuales, realizados con ceras petroquímicas.

    La ventaja principal del uso de dichos productos de origen natural es su sostenibilidad medioambiental frente a los derivados del petróleo, cuyo precio, además, se ve sometido a constantes oscilaciones, han mantenido fuentes de Itene.

    Asimismo, el uso de recubrimientos naturales mejora las características de sostenibilidad y biodegradabilidad, tanto del recubrimiento como del envase final desarrollado.

    "Estos envases podrían recubrir los alimentos y serían 100 % sostenibles y respetuosos con el medio ambiente", han señalado las mismas fuentes.

    Los técnicos que participan en el proyecto, denominado Plantpack y financiado por el séptimo programa marco de la Unión Europea, han realizado diferentes ensayos como medidas de viscosidad, espesor, densidad, propiedades mecánicas, propiedades de barrera a las grasas de los alimentos, así como de homogeneidad del recubrimiento.

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