La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha pedido al Gobierno, a través del Ministerio de Agricultura y su Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), que actúe de forma contundente para proteger los derechos de agricultores y consumidores, que en su opinión se están viendo gravemente maltratados, especialmente en la fruta de verano, mientras que los intermediarios «se están forrando», según la organización.

Una delegación de esta organización encabezada por su secretario general, Lorenzo Ramos, ha participado este miércoles 7 en un encuentro de todo el sector en el Ministerio de Agricultura, para analizar el estado de la campaña de la fruta de verano –ruinosa, según UPA- y buscar soluciones que eviten otra mala campaña para los agricultores.

En estos momentos de campaña, los precios en origen «son irrisorios», mientras que los consumidores encuentran la fruta a precios considerablemente más altos, por lo que los intermediarios están, una vez más, “forrándose a nuestra costa”, han denunciado.

“Sólo pedimos un contrato que nos permita saber cuánto cobraremos, con referencia de precios y liquidaciones semanales”

“Muchas cooperativas y las centrales hortofrutícolas privadas no se comprometen a nada –ha explicado Lorenzo Ramos- te recogen la fruta sin darte más explicaciones y te liquidan meses después. No hay derecho”. Esta práctica es conocida como venta a resultas, y es de las más dañinas para los agricultores, pues no conocen cuánto van a percibir por su producto hasta mucho tiempo después de ser entregado.

“No hay ningún motivo para que se den estos precios tan bajos”, ha asegurado Ramos. La situación en el campo es normal y las temperaturas están siendo altas, lo que dinamiza el consumo.

El sector de la fruta de verano es de los más atrasados en el tan perseguido reequilibrio de la cadena alimentaria, a lo que UPA ha pedido a la AICA que actúe con contundencia hasta acabar con la venta a resultas. “Sólo pedimos un contrato que nos permita saber cuánto cobraremos, con referencia de precios y liquidaciones semanales”, ha demandado UPA. No solamente con la fruta que se comercializa en España, sino también con la que se destina a la exportación, estableciendo controles para comprobar que la fruta sale con un contrato y un precio cerrado.

Esta organización ha denunciado también que en ocasiones los intermediarios no les pagan determinados calibres y calidades de fruta que sin embargo luego se ven en establecimientos de la gran distribución. “Es una vergüenza y un fraude”, aseguran.

Medidas como la subida de precios de retirada o destinar determinadas cantidades de fruta a su transformación en zumo para entidades caritativas son valoradas positivamente por UPA. “Pero no son suficientes”, afirman, “si no cambiamos los vicios y malos hábitos instalados en el sector, no saldremos de una crisis que ya dura demasiados años”.

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