EFE.- La exportación a países y mercados de fuera de la UE ha permitido a los turroneros jijonencos moverse en cifras positivas, pues la caída registrada en el mercado nacional, cifrada en un 2,82 por ciento, ha sido compensada por un aumento del 34,62 % con respecto a 2009 en la producción de turrones destinados a América, Asia, Oceanía y países que no pertenecen a la Unión Europea.

El cierre de la campaña del turrón del ejercicio 2010 por parte del Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas Protegidas Turrón de Jijona y de Alicante, cuyos datos han sido dados a conocer hoy por esta institución, refleja que cerca de 600 toneladas de producto fueron exportadas en 2010 a destinos no europeos.

En el caso del turrón de Jijona, el aumento experimentado de un año a otro es del 42,80%, mientras que en el de Alicante el valor se ha visto incrementado en un 29,89%.

Los destinos donde más se ha notado este incremento interanual han sido Cuba (84,29%), Suiza (56,67%), Méjico (32,46%) y Estados Unidos (29,54%).

A juicio de los empresarios turroneros, la promoción constante del Consejo en los mercados internacionales y la asistencia a ferias de alimentación, así como la inversión y la diversificación de los empresarios del sector, "han sido claves para unos buenos resultados de campaña en el mercado exterior".

Han explicado que para exportar a países latinoamericanos las diferencias euro/dólar obligan a los empresarios a disminuir el peso de la pastilla de turrón para poder llegar al bolsillo del usuario latinoamericano (formatos de 200 y 150 gramos).

Esto ha permitido que "con la tableta pequeña se ha llegado a vender más que el año anterior".

A esta situación se une, según han explicado, que muchos de los países latinoamericanos donde se ha incrementado la exportación del dulce de Jijona son mercados emergentes, donde la sociedad comienza a tener unas opciones de consumo que antes no tenía.

Con respecto al mercado nacional, la variación entre 2009 y 2010 indica que este último año ha disminuido la producción interior en un 2,82 por ciento.

La crisis europea y, en concreto, la española ha provocado que también el formato nacional por excelencia de 300 gramos sea sustituido por el de 200 por su precio más asequible.

En cambio, se aprecia un notable ascenso en la comercialización de la tableta de más de 300 gramos.

El Consejo Regulador adjudica esta variación a que en época navideña, y debido a la crisis, "el comprador de poder adquisitivo medio-alto ha sustituido este último año regalos "caros" como joyas, relojes y viajes por productos agroalimentarios gourmet de alta gama, tales como vinos, foie y turrones".

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