Con una agresividad que valía su peso en euros, el famoso toro ‘Ratón’ se salvaba de las puyas de la crisis. El célebre morlaco de Gregorio de Jesús no entendía de tiempos difíciles y seguía siendo reclamado en plazas de toda España con un caché de 10.000 euros por actuación. Así, hasta el fin de sus días. De hecho, hace apenas 9 días actuó en Valencia. «La crisis no le afecta», aseguraba el ganadero hace unos meses.

    Los que lo han cuidado y formado definían al toro ‘Ratón’ como «rápido, ágil y valiente». Esa es la razón de que fuera un «llenaplazas», como lo define el empresario ganadero de Sueca. El historial de víctimas del triunfador bovino valenciano impone y atrae a los aficionados a partes iguales: tres muertos y decenas de cogidas.

    Para comprender el carácter del animal, hay que echar la vista atrás. Ya su padre, ‘Caracol’, tenía características parecidas a las de su hijo cuando cubrió a la vaca ‘Fusilera’, «una madre perfecta con un instinto especial en el cuidado de sus becerros», según la ganadería.

Nace la leyenda

    Con apenas diez días de vida, sucedió algo que, en opinión de los expertos, pudo marcar su futuro comportamiento en las plazas. Un grupo de jóvenes se introdujo en las instalaciones de la ganadería y encerró al pequeño ‘Ratón’ en una corraleta. Allí jugaron con él hasta agotarlo.

   Tras la travesura, llegó la crueldad. Lo dejaron encerrado y a oscuras varias horas hasta que el ganadero volvió a las instalaciones. «Lo encontré temblando y acurrucado en un rincón, con la boca abierta y casi sin fuerzas para respirar», recuerda el criador taurino en su página web.

   Pasado un tiempo ‘Ratón’ recuperó las fuerzas, pero en su interior «quedó un recelo hacia las personas», destaca. «En pocos meses empezó a ser peligroso hasta para mí», admite De Jesús. Cuando por primera vez fue desencajonado en Sueca derrochó bravura. En 2003 superó otro obstáculo: una tremenda cornada en el recto en una pelea con otros toros. Los veterinarios llegaron a temer por su vida, pero sobrevivió para convertirse en el mito que hoy ha dejado de existir.

   No es hasta 2006 cuando el morlaco de Gregorio de Jesús se cobra su primera víctima. En los festejos del Port de Sagunt cornea de forma agresiva a un hombre de 54 años hasta provocarle la muerte. Dos años más tarde la fama de Ratón crece exponencialmente tras embestir de forma salvaje a un joven de 27 años en las fiestas de Fallas. El tamaño de la plaza y la brutalidad de las imágenes causan que el toro más conocido de la fiesta taurina valenciana dé la vuelta al mundo. La víctima recibe heridas muy serias. El animal empitona tres veces al hombre cuando le quedaban escasos dos metros para llegar a la barrera. Los organizadores suspenden, entre pitos de los presentes, el festejo taurino.

    La segunda víctima se produciría en agosto de 2011 en los festejo de la Fira d’Agost de Xàtiva cuando persigue y cornea en el pecho a Vicent M., un vecino de Algemesí de 29 años de edad. El joven fue trasladado de urgencia al hospital Lluís Alcanyís donde fallece horas después.

×