A lo largo del 2012 la meteorología fue particularmente adversa para la agricultura, encadenando diversos fenómenos climáticos tales como una acusada sequía, heladas y violentas tormentas de pedrisco, viento y lluvia, así como inundaciones que elevaron la siniestralidad del cultivo de uva de vino a más de 20,75 millones de euros. La mayoría correspondientes a daños ocasionados por pedrisco.

     Por comunidades autónomas, Navarra fue la más afectada con una siniestralidad de más de 7,34 millones de euros, seguida por Castilla-La Mancha, con 4,54 millones de euros, y en menor medida La Rioja y Castilla y León con más de 2 millones de euros de siniestralidad cada una. Entre las cuatro acumulan más del 77% de la siniestralidad total registrada en el cultivo de uva de vino.

     Hasta el momento, las condiciones climáticas del año 2013, se están caracterizando por una gran variabilidad, con una alternancia de fenómenos tales como temperaturas máximas inusualmente elevadas (durante los últimos días de enero se llegaron a alcanzar valores por encima de los 22ºC en algunas zonas de Castilla-La Mancha y por encima de los 14ºC en Castilla y León); fuertes tormentas de lluvia y viento; e intensos temporales de nieve, como el que vivimos a finales de febrero y que se ha vuelto a repetir en los últimos días, con temperaturas mínimas muy frías (Castilla y León ha registrado temperaturas mínimas de -5ºC y máximas que apenas han superado los 4ºC; en Castilla-La Mancha, la provincia de Albacete ha alcanzado mínimas por debajo de -9ºC; o Navarra y La Rioja, donde las mínimas se han llegado a situar por debajo de los -10ºC).

     Las extremas y muy variables condiciones meteorológicas que se vienen produciendo y los perjudiciales efectos que pueden tener en las cosechas , unido a la solvencia que Agroseguro ha demostrado para hacer frente a estas situaciones, ponen de manifiesto la conveniencia que tiene para los viticultores realizar un seguro agrario .

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