La campaña de la saca del corcho en la Serranía de Ronda ha finalizado con una producción ligeramente superior a la del año pasado, buena calidad y buena demanda del mercado. La campaña comenzó el 1 de junio y, por la sequía que padecen los montes y a las altísimas temperaturas del verano, se cortó a finales de julio cuando la mayoría de las extracciones estaban terminadas.

La campaña de saca del corcho se lleva a cabo principalmente en la Serranía de Ronda y las principales zonas de producción están en Cortes de la Frontera y Ronda, además de otros municipios como Gaucín, Jubrique, Genalguacil, Algatocín, Benarrabá, Jimera de Líbar, Montejaque, Benaoján, Monda, Istán y Ojén. En total suman unas 16.000 hectáreas.

No se ha producido parada de savia en los arboles por la sequía y se ha podido extraer todo el corcho

La sequía de primavera no ha ayudado a una campaña que ha estado sometida a las altas temperaturas de este verano, por lo que las cuadrillas han sufrido subidas extremas. Afortunadamente no se ha producido parada de savia en los arboles, y por lo tanto se ha podido extraer todo el corcho. A pesar del calor, se puede decir que la saca se ha dado bien.

La calidad del corcho ha sido buena y la producción ligeramente superior -a falta de datos definitivos- a la pasada campaña. El mercado se está moviendo bien, puesto que la demanda es alta y en su mayor parte se comercializa por compradores portugueses y extremeños.

El corcho se extrae del alcornoque, árbol que requiere suelos silíceos, desprovistos de cal, y ambiente mediterráneo húmedo; prefiere las solanas. El corcho es la corteza, gruesa y esponjosa del alcornoque, que resulta una defensa contra el fuego. Se trata, pues, del único árbol que desarrolla esta protección y al que se le puede sacar esa coraza sin causarle daño.

Hoy día el corcho genera un volumen significativo de empleo y riqueza. De un lado, los trabajos forestales de mejora del alcornocal ocupan un buen número de jornales locales: desbrozar, entresacar, abrir «vías de saca», podar y arreglar caminos. En verano se lleva a cabo la saca, pela o descorche; es un trabajo manual, aún no mecanizado.

La industria andaluza del corcho, en los últimos tiempos, ha sufrido un retroceso muy importante. Muchas empresas del sector que se dedicaban a la preparación del corcho, cocido y clasificación han cerrado.

Empleo y riqueza

Es importante hacer mención al Instituto Andaluz del Alcornoque y el Corcho, situado en Alcalá de los Gazules, que realiza un servicio gratuito de calas, es decir, una campaña previa al descorche, que consiste en un muestreo estadístico para que los propietarios de los alcornocales tengan un estudio objetivo de la calidad de su cosecha antes de comenzar esta.

En cuanto a las operaciones de venta estas dependen de la zona y de la forma de venta ya sea en el árbol o en la pila, es decir, ya cosechado. El precio de compra en el árbol es menor ya que el comprador tiene que correr con el gasto de la saca, que como mínimo puede suponer unos 14 €/quintal castellano (el quintal castellano de corcho equivale a 46 kgs). El corcho de calidad ha tenido un ligero incremento en relación al precio de campañas anteriores.

Uno de los problemas que ya está afectando a la saca del corcho es la dificultad de encontrar mano de obra para formar las cuadrillas, debido a la recuperación del sector de la construcción. A pesar de ello, los trabajadores del ramo se muestran satisfechos con los resultados obtenidos en esta campaña.

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