Se trata, según la nota del Gobierno francés, de comprobar en concreto que durante el transporte de la mercancía esta dispone del precio de venta en la factura o albarán, orden de pedido o el documento que vincula al proveedor con el intermediario.

      Antes de que Rusia anunciara la semana pasada la prohibición durante un año de la importación de todos los alimentos perecederos procedentes de los países que adoptaron sanciones contra Moscú por su papel en la crisis ucraniana, los productores franceses ya habían denunciado a los españoles por "competencia desleal".

     El refuerzo de esta campaña, según subrayaron los medios locales, trata de evitar la llegada de productos sin precio pre-establecido, que bajan sus tarifas al venderse en territorio francés.

      Según algunas fuentes, esta postura, que inicialmente rompe la unidad de la UE ante el veto ruso antes incluso de que se reúnan el jueves los ministros del ramo, se circunscribiría en un intento de aplacar los ánimos de los agricultores franceses, que tras frenar sus ataques en la frontera española ven ahora cómo la presión rusa puede acabar tiando aún más los precios de su fruta, a pesar de que Francia ya ha comenzado una campaña de promoción para que se consuman productos nacionales y no importados.

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