No hay como una buena crisis en una pareja, aunque ésta sea incluso de rivalidad política, para darse cuenta de cómo se necesitan mutuamente y que no pueden vivir separados. Ha sido empezar la crisis del PSOE (otras cosa será saber cuándo va a acabar) e iniciarse de forma paralela una defensa del socialismo y del papel que esta formación juega en España… de boca de los políticos del PP. Como ha dicho un comentarista, «Dios mío, qué país. ¿Que será lo próximo? ¿Un socialista hablando bien del PSOE?».

Y en esa defensa no ha faltado la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, que en su visita a la feria de Zafra parecía ella más afiliada al PSOE que el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ya que mientras éste medía sus palabras con mucho tino, la titular del Magrama no ocultaba su defensa del Partido Socialista y del papel que debe jugar en España.

Pero no nos engañemos, este amor sólo durará lo que dure una posible negociación con el PSOE en el hipotético caso de que quien gane el pulso interno esté dispuesto a permitir un nuevo Gobierno encabezado por Mariano Rajoy.

A partir de ese momento, la ministra en funciones dejará de estarlo previsiblemente casi de forma tan rápida como dejará de ser una ‘socialista en funciones’.

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