EFE.- Este acuerdo de protección alcanzado entre los gobiernos central y autonómico y la Federación Balear de Cofradías de Pescadores es uno de los logros "importantes" de esta legislatura en materia medioambiental y pesquera, ha destacado el conseller de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, Biel Company, que ha resaltado que el 15 % de las aguas marinas protegidas de España son del archipiélago balear.



Company ha contrapuesto las 40.000 hectáreas marinas protegidas hoy frente a las 8.705 hectáreas marinas que tiene el parque nacional marítimo del archipiélago de Cabrera.



En rueda de prensa, el secretario general de Pesca del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Carlos Domínguez, ha subrayado que la protección de estas montañas al suroeste de Mallorca, en aguas exteriores de Baleares, supone un "sacrificio real" para la economía del sector pesquero en favor del mantenimiento de la biodiversidad marina y la regeneración de los recursos marinos.



"Que nadie piense que esta protección es gratuita" para los profesionales de la pesca, ha insistido, mientras que el presidente de los pescadores de Baleares, Juan Cànaves, ha dicho que ellos son los "principales interesados" en el equilibrio medioambiental porque de ello depende su futuro. Este acuerdo, ha desvelado, tiene lugar tras cinco años de discusiones internas en su federación.



En estas zonas protegidas se pesca la merluza, la gamba y la cigala y con esta orden ministerial que se aprobará en un mes y medio se salvaguardan también corales y rodolitos -algas rojas coralinas-.



El ministerio realizará en noviembre una nueva campaña medioambiental con dos buques para estudiar con tecnología avanzada los fondos marinos por si fuera necesario ampliar la protección inicial de 40.000 hectáreas.



El acuerdo de hoy, ha añadido Domínguez, es un "ejemplo" de colaboración de las administraciones central y autonómica con el sector pesquero y supone una "garantía" del cumplimiento de esta nueva normativa.



El secretario general de Pesca ha recordado la exigencia de la legislación de la Unión Europea (UE) de proteger los fondos marinos donde haya corales o rodolitos, por lo que en esos lugares se prohíbe la pesca de arrastre.



El conseller ha manifestado que proteger no es un "capricho" y ha defendido la necesidad de lograr un equilibrio entre la sostenibilidad medioambiental, la social y la económica.



Company ha señalado que esta orden solo prohíbe la pesca de arrastre y ha destacado que las zonas protegidas harán de viveros para repoblar otras áreas donde faenan los barcos arrastreros.



El secretario general de Pesca ha declarado que el ministerio tiene intención de mantener los "canales abiertos" con todos los actores sociales y económicos que tienen que ver con la actividad pesquera, también con las organizaciones ecologistas.



Domínguez se ha mostrado convencido de que en este proceso de proteger el mar "nadie tiene la exclusiva" a la hora de fijar un criterio de salvaguarda, aunque finalmente sea el ministerio quien decide según los intereses generales.



En todo caso, el secretario general ha defendido la necesidad de conjugar la protección del medioambiente con la pesca, que no es una actividad "recreativa o artística" y de la que depende el "sustento de mucha gente" en España. 

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