EFE.- Según ha informado hoy el Departamento, la ponencia ambiental ha considerado que esta fase del proyecto de concesión directa de explotación minera, en el paraje conocido como El Molí Nou, puede comportar efectos significativos para el medio si la gestión se realiza de acuerdo con las condiciones descritas en la documentación presentada por el promotor, en el proyecto y en el estudio de impacto ambiental.

De forma global, la Ponencia ha calificado el impacto ambiental del proyecto como crítico ya que «puede comportar impactos con efectos significativos para el medio receptor que no justifican los elevados costes que puede suponer su mitigación», estimando que el entorno donde se tiene que desarrollar es muy vulnerable, con un especial valor astronómico, turístico, paisajístico, cultural, ganadero y agrario.

Además, la documentación presentada en el expediente y su tramitación no asegura que la explotación del recurso de sal proteja adecuadamente el medio ambiente, ni que éste sea un objetivo público necesario para asegurar su abastecimiento.

En concreto, la Ponencia ha establecido que el proyecto no puede garantizar las exigencias propias de una zona de especial valor astronómico, área de influencia del Observatorio Astronómico del Montsec, y comporta la pérdida de la integridad y coherencia ambiental de la Reserva Starlight y del Destino Turístico Starlight por la desnaturalización ambiental derivada de sus impactos.

Tampoco garantiza ni presenta acciones para promover la conservación ni la protección de la visión nocturna del cielo, afectando de manera adversa el área de influencia del observatorio.

La ponencia señala además que, entre otros riesgos, se podría perder la integridad de la unidad del paisaje, se podrían agotar los acuíferos, hay riesgo de salinización del río Farfanya y la sal en polvo afectaría a la calidad del aire.

El proyecto de la mina prevé disolver sal yema en cavidades aisladas profundas, a través de sondeos, inyectando agua, con una máxima profundidad de explotación prevista de 900 metros.

El producto final se obtendría en el exterior, en unas balsas de donde se evaporaría el agua, y se prevé una producción máxima de 10.000 toneladas anuales.

El pronunciamiento de la DIA coincide con la resolución del Parlament del 13 de noviembre de 2013, que instó al Govern a no autorizar ningún tipo de actividad industrial para la extracción de sal en esta zona.

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