La Asociación Navarra de Guardas Forestales ha alertado de que, en el tramo final de la temporada de caza, han aumentado las denuncias relativas a las medidas de seguridad en la caza y relacionadas con el uso de armas, especialmente con el empleo de cartuchos de bala en situaciones prohibidas.

De esta manera, señala la asociación en un comunicado, el Guarderío Forestal del Gobierno de Navarra, dentro de sus funciones de inspección y control de la actividad cinegética, ha realizado varias denuncias sobre seguridad en la caza.

La primera de ellas se produjo en la zona norte, cuando se sorprendió a un cazador con dos jabalíes abatidos furtivamente en el interior de su vehículo, con signos de haberse empleado para su muerte cartuchos de bala, estando prohibido portarlos mientras se practica la caza menor. El cazador estaba practicando la caza de becada.

Asimismo, en la misma zona, durante un control rutinario, se intervino un cargador que contenía hasta cinco cartuchos de bala, cuando el límite permitido es de dos. De igual manera, se intervino en la zona media otro cargador ilegal.

Recuerdan que que la práctica cinegética irregular «supone un riesgo evidente para otros cazadores y usuarios del medio»

El resto de denuncias relacionadas con la seguridad en la caza se realizaron en la Ribera, la primera de ellas por portar varios cartuchos de bala durante la práctica de la caza menor y por disparar a un bando de perdices en un día prohibido para ello.

Además, en un terreno libre para la caza, varias personas fueron sorprendidas cazando jabalíes con bala, en la modalidad «al salto», práctica no permitida e incumpliendo varias normas de seguridad, como es el no llevar puesto el chaleco de alta visibilidad.

La última ocurrió durante la celebración de una batida de jabalí en una Reserva Natural, donde se contaba con autorización excepcional y guardas forestales realizaban el control.

Sin embargo, se localizó a un cazador que disponía en su postura de dos armas de fuego, una escopeta y un rifle (ambas cargadas con balas) preparadas para su uso de forma simultánea, lo que está prohibido, por lo que se procedió al decomiso y denuncia.

En todos los casos, el Guarderío Forestal decomisó armas, medios y municiones prohibidas, además de las piezas que fueron ilegalmente abatidas, como los jabalíes.

Estos hechos suponen diferentes infracciones a la Ley Foral de Caza y Pesca de Navarra, por lo que supondrán, además de la denuncia en función de su gravedad, la inhabilitación por un periodo de tiempo para la práctica de la caza y, en su caso, una indemnización por las piezas abatidas.

La asociación ha destacado que la práctica cinegética irregular «supone un riesgo evidente para otros cazadores y usuarios del medio» y con estas actuaciones «se pretende concienciar y asegurar la práctica de la actividad de una forma lo más segura y responsable posible, eliminando conductas prohibidas y riesgos para las personas».

Desde la Asociación de Guardas Forestales se insta a que «entre todos y todas, trabajemos para que la práctica de la caza se realice de forma segura, priorizando ante todo, las medidas de seguridad y el respeto en la forma de cazar las especies cinegéticas».

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