Entre los productores españoles pesan aún muchos interrogantes por estos problemas de mercado, que se complican con las inminentes investigaciones "antidumping" y antisubvenciones que anuncia China para las importaciones europeas de vinos -como represalia a la subida de aranceles para las placas solares chinos-, lo que podría dañar uno de los destinos con mayor potencial de crecimiento.

    Además, las autoridades del país asiático han protagonizado a lo largo de este año pesquisas en aduana para detectar "ftalatos" en vinos que llegan de Europa, una medida que ha requerido la adopción de nuevos métodos de análisis de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) para evitar las inmovilizaciones que ya han afectado a partidas de espirituosos de origen francés.

    Pese a los problemas en el tablero internacional, todas las bodegas españoles intensifican su apuesta por el mercado exterior.

    Gana protagonismo Brasil, que vivirá una edad dorada para el consumo, ligada a la organización de grandes eventos deportivos.

    En el primer trimestre, el vino español ha sufrido una fuerte caída en los volúmenes enviados al país carioca, aunque los datos en valor son positivos e, incluso, mejores que los de sus competidores, destacan desde el Observatorio español del Mercado del Vino (OEMV).

La marca made in Spain salva los muebles en el mercado de EEUU


    Por su parte, la venta de envasados salva los muebles de la marca "made in Spain" en EEUU, más aún después de que se hayan desplomado las salidas del granel hacia ese destino ante la creciente competencia de proveedores más económicos sudamericanos.

    En un escenario mundial tan competitivo, se abren también nuevas oportunidades para las bodegas españolas -y para otros productos agroalimentarios como los pesqueros o el aceite de oliva-, gracias a acuerdos comerciales que abaratarán los costes de entrada a países como Colombia y Perú, que desmantelarán sus aranceles.

    Respecto a la evolución de los precios, en líneas generales y en un escenario internacional en el que hay menos oferta de vino por las caídas de producción en varios países europeos, los valores han escalado no solo en Europa, sino también en EEUU, que ha tenido en algunos momentos los valores más altos de su historia.

    Las exportaciones de vino de Francia y Portugal también están cayendo tras la fuerte subida de precios en tasa interanual, aunque los datos de facturación son positivos, según la OEMV.

Proliferan las ofertas de litros a un euro y las garrafas a ‘low cost’


    En España, proliferan estos días las ofertas agresivas de vinos a un euro por litro e incluso las garrafas pensadas para consumidores afectados por la crisis, lo que amenaza con consolidar un sistema de distribución "low cost" y, por tanto, de menor valor añadido para las bodegas y comercializadores.

    El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) constata una importante subida del vino de mesa blanco (+4,64%) y alzas, más limitadas, para los tintos (+0,20%).

    Los primeros se pagan a granel y a salida de bodega a unos 5,23 euros por hectogrado en Albacete; a 5,31, en Badajoz; a 5,55, en Ciudad Real; a 4,60, en Cuenca y a 4,20, en la plaza de Toledo.

    Y los segundos, a 5,32 en Albacete; a 5,36, en Ciudad Real; a 4,82 en Cuenca; a 5,70 en Murcia; a 4,57 en Toledo y a 4,06 en Valencia.

    Una mirada hacia Francia muestra la fortaleza de precios de los tintos y rosados (6,20 euros) y blancos (6,73 euros).

    En Italia, no hay muchas variaciones para los blancos de mesa (5,87 euros por hectogrado), aunque el precio de los tintos parecen sufrir algo en los prolegómenos de la campaña estival -en verano se prefieren los blancos- y retroceden ligeramente hasta 5,55 euros.

    Lo que sí comparte con España es la preocupación de los productores por la escasa demanda de vino en el corto plazo.

    A nivel agronómico, las próximas semanas son cruciales para la maduración de la uva y, si la climatología, las plagas asociadas a la elevada humedad y las olas de calor no lo impiden, algunas zonas ya anticipan que tendrán muy buenas cosechas, que harán olvidar la última vendimia, especialmente mala por la sequía.

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