El Colegio de Ingenieros de Montes ha hecho una reflexión sobre las estadísticas de incendios en los últimos meses en nuestro país, con datos que tranquilizan en cuanto al número de incendios, pero que inquietan por la virulencia y extensión de los mismos. “El esfuerzo del colectivo profesional debe basarse en una verdadera gestión forestal sostenible, respaldada por políticas activas y decididas, que permita reducir la vulnerabilidad de los montes a los grandes incendios forestales”.

En este sentido, destaca que “el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a partir de la información suministrada por las Comunidades Autónomas, ofrece los datos sobre incendios forestales acontecidos en el año en curso, pero también los valores medios del decenio actual –expone Rosa Planelles, portavoz de los ingenieros de Montes-, pues saber cómo evoluciona la tendencia a lo largo de los años nos sitúa. Los datos aislados de un único año ofrecen una imagen muy limitada de la realidad”.

INCENDIOS FORESTALES 1Según esta información, entre el 1 de enero y el 31 de octubre de este año se han producido en España  8.251 siniestros. De ellos, un 74,4% fueron menores de 1 hectárea, llamados “conatos”, y que fueron inferiores en cantidad a la media del decenio 2006-2015, suponiendo el 67% de la misma. La ocurrencia de grandes incendios -aquellos que superan las 500 hectáreas afectadas y llamados GIFs- presenta dientes de sierra en las estadísticas “como corresponde a un fenómeno muy condicionado por la meteorología, y  a día de hoy el número de grandes incendios en 2016 ha sido de 21, dos por debajo de la media del decenio, que está en 23 GIFs, y muy lejos de la trágica cifra de 2006, con 58 grandes incendios forestales en España”.

Si traducimos estos datos a superficie forestal afectada, las cifras de 2016 descienden en un 35% respecto a la media del decenio (94.767,8 hectáreas) con un total de 61.359,9 hectáreas arrasadas por el fuego en los meses comprendidos entre enero y noviembre.

“A escala regional llaman de nuevo la atención las comunidades del Noroeste –expone la portavoz del Colegio de Ingenieros de Montes-. Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y las provincias de León y Zamora aúnan el 42,6% del número de siniestros y casi la mitad del total nacional (un 48,6%) en superficie arbolada afectada. Destaca especialmente este año Canarias, que con sólo el 1% de los siniestros ocurridos en España, suma el 15% de superficie forestal arbolada afectada por efecto del incendio ocurrido en la Isla de la Palma en la primera semana de agosto, y que superó las 4.800 hectáreas quemadas”. Respecto al total de superficie forestal afectada por el fuego, también las regiones del Noroeste son las más destacadas, con un 49,3% del total nacional frente a las comunidades interiores y las del mediterráneo, con un 24% y un 19,7% respectivamente, correspondiendo el 6,9% restante a Canarias.

Los grandes incendios forestales son responsables de más del 40% de la superficie quemada

Para Planelles, a la vista de estos datos pero ampliando el foco, cabría destacar tres cuestiones importantes: “En primer lugar, la ocurrencia de grandes incendios; este año las comunidades más afectadas por GIFs han sido Galicia y la Comunidad Valenciana, y hay que mencionar que su extensión presenta una tendencia creciente que nos preocupa”. Las cifras de los últimos años muestran que siendo menos del 0,3% del total de incendios, los GIFs son responsables de más del 40% de la superficie quemada.

INCENDIOS FORESTALES 3“En segundo lugar, la importancia creciente de los incendios que afectan a zonas de interfaz urbano-forestal por su complejidad de gestión, alarma social e impacto mediático producidos, y aquí destacan especialmente los ocurridos en la vertiente mediterránea, con la Comunidad Valenciana a la cabeza”. La experta en incendios forestales recuerda que es necesario asumir que no todo el territorio se puede defender de las llamas y que, de manera específica, en los entornos de interfaz urbano-forestal la gestión del riesgo, la protección, la comunicación y asunción de responsabilidades deben plantearse con una mayor implicación de la población.

“Y en tercer lugar, aunque podría ser el primero, afecta el contexto de cambio climático en el que nos encontramos: en el quinto informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (el AR5 publicado en 2014) se identifica como clave para el Sur de Europa el creciente riesgo de ocurrencia de incendios forestales como consecuencia de la subida de temperaturas, que generan a su vez el incremento de las sequías y las olas de calor”.

Las cifras inferiores a la media no deben desviar nuestra atención de la tendencia más probable

El Colegio de Ingenieros de Montes establece una diferencia importante entre las cifras de los incendios forestales y la tendencia de sus características: “Las cifras de un año como el actual, inferiores en más de un 33 % a la media del decenio tanto en número de incendios como en superficies afectadas, no deben desviar nuestra atención de lo que consideramos como tendencia más probable: la ocurrencia de mayor número de Grandes Incendios Forestales con posible afección a zonas de interfaz urbano-forestal”.

Conociendo esta realidad Rosa Planelles recuerda que “el esfuerzo del colectivo profesional debe basarse en una verdadera gestión forestal sostenible, respaldada por políticas activas y decididas que, trabajando con la población (causa directa de gran parte de los incendios forestales), permita reducir la vulnerabilidad de los montes a los grandes incendios forestales, analizando las implicaciones económicas de las actuaciones frente al valor de lo que se pretende defender y las capacidades reales de los recursos”.

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