"No entendemos cómo pueden asegurar que el perro es peligroso cuando hay varios sanitarios que estuvieron ayer atendiendo a Teresa y ya han vuelto a sus casas", proclamaba Laura Duarte, la portavoz del partido animalista PACMA, apostada en el portal de Teresa y Javier, bajo la luna llena de la noche del martes.

    A lo largo de la jornada del martes, su organización había difundido en las redes sociales una campaña para salvar a Excálibur, atendiendo a la llamada desesperada de su dueño, que por la tarde se grabaría en la habitación del hospital pidiendo, de nuevo, ayuda para su perro. "Hola, estoy en el hospital, y hago un llamamiento a toda la población para que salven a mi perro Excálibur", decía Javier en la grabación hecha con un teléfono móvil.

     La movilización para evitar la muerte de su mascota inclusó desveló su rostro y el de su mujer Teresa: varias fotos junto al can se propagaron por internet, acaparando las portadas de los digitales. En Twitter, la etiqueta #SalvemosaExcalibur fue una de las más populares del día en la red, mientras que miles de firmas reclamaban en diferentes plataformas el indulto del animal: sólo en Change.org se habían acumulado más de 200.000 peticiones antes de medianoche.

Pese a todo, el protocolo previsto para el sacrificio de ‘Excálibur’ ya está en marcha. Según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid a la agencia Efe, las autoridades tienen permiso para entrar en la casa, gracias a la acreditación que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Madrid ha concedido a las autoridades sanitarias, lo que han hecho durante la mañana de este miércoles día 8.

×