EFE.- El proyecto responde a que el Gobierno trata de impedir que la decisión del UICN acabe por suponer la prohibición del comercio internacional de la especie con base en la Convención de Washington, que regula la comercialización de fauna y flora amenazadas.

La «anguilla japonica», empleada profusamente en la cocina japonesa, se captura cuando es joven para ser criada después en cautividad.

Dado el descenso de la población en Japón, los criaderos nipones dependen principalmente de la importación de estas crías desde Corea del Sur, China o Taiwán.

Para evitar este bloqueo del comercio, la Agencia prepara un plan para limitar el volumen de ejemplares jóvenes que puede adquirir cada año un criadero a algo menos de 17 toneladas.

La sobreexplotación comercial ha provocado que la captura anual de ejemplares jóvenes en aguas japonesas se haya reducido dramáticamente en los últimos años lo que, tan solo en el último lustro, ha provocado que se dupliquen los precios que cobran los mayoristas.

Con las restricciones que planea el Gobierno los criaderos se verán incapaces de aumentar la demanda en un país que consume profusamente esta especie, por lo que se predice un continuado incremento de los precios del producto en los próximos años.

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